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8 de mayo de 2019

IU Y GARZÓN TIENEN RAZÓN


Lo más sencillo es difundir el texto sin molestarse en leer y comprender el contenido

Por Marat

Según un artículo publicado en el medio Cuartopoder bajo el título de “IU destaca la alta sintonía política con Podemos y se reafirma en la unidad” el coordinador de Izquierda Unida Alberto Garzón afirma que “la unidad ha aportado diputados que, por separado, ni IU ni Podemos habrían logrado”. No le falta razón. Quizá le haya faltado aclarar si ese “por separado” se refiere, para IU, a cuando esta se mostró acobardada y se fue achantando ante las presiones y chantajes de Podemos en el proceso en el que este fue encumbrado mediáticamente hacia el mal amago de no se sabe a qué asalto a los cielos. Quizá también haya faltado aclarar porqué en las tres ocasiones en las que IU y Podemos se presentaron juntos hayan tenido menos votos de los que hubieran tenido por separado, en el caso de IU contando su última trayectoria independiente, en el de Podemos la de las expectativas de voto en solitario previas a los acuerdos electorales. Mejor no mirar de dónde provenían los diputados que IU y Garzón se atribuyen como “logros”, sobre todo teniendo en cuenta que buena parte de ellos eran de Comunistes de Catalunya, de los que el gran comunista Joan Josep Nuet ha acabado por convertirse en un adalidid del independentismo burgués. No hay otro.

Garzón e IU tienen razón. Por separado no hubieran logrado mejor resultado político. Sobre todo para sus profesionales. El PCE tuvo algunos miembros que acabaron de Ministros, diputados generales y autonómicos del PSOE. Pero solo durante la época de González. En la etapa de Zapatero acabaron de inspectores de abastos en grandes capitales y de concejales en pueblos remotos. Tampoco le quedaban al PCE e IU grandes cuadros.

Con el tiempo veremos a los cadáveres del PCE/IU y a la metástasis en la que se haya transformado Podemos representado el papel más triste que quepa esperar de un bufón prosistema, no necesariamente del PSOE. La síntesis entre falangismo y peronismo que representa Errejón es una avanzada de lo que se avecina.

Y en esto le viene a uno preguntarse porqué lo que ha roto con IU/PCE lo ha hecho por la derecha (mil fragmentos aún menos derechistas) y porqué Podemos se alió electoralmente con tanto nacionalismo (Mareas, Compromís,...) que ahora también les abandonan. Quizá, si el lector se interrogase por las razones encontrase la pregunta básica ¿De verdad hay una identidad entre izquierda y clase trabajadora?

Yo creo que no. Creo desde hace tiempo que defender a la clase trabajadora, la que “de verdad” madruga, no la que han estado contado los facciosos ultraprivatizadores de todo (pensiones, sanidad, enseñanza,...) de Vox no significa tener una posición política electoral sino una muy básica, humana, la de defender algo principal: no ceder un milímetro más en las conquistas sociales que un día lograron nuestros padres y abuelos. Apostar por una vida decente, a la altura de un mundo civilizado. Y eso no nos lo van a regalar con las papeletas de los votos. Solo lo podremos lograr organizándonos como clase trabajadora. Lo ideológico viene después. Los comunistas no tenemos porqué ser “políticos”, al menos no en el sentido más indecente del término que le dan nuestros progres y burgueses.

14 de mayo de 2016

ANGUITA, ¡LA PASTILLITA!

Por Marat

Soy de los que pega patinazos gloriosos. Con él pegué uno antológico. Fui uno de los delegados de Madrid al XII Congreso del PCE y, aunque en este partido el voto por delegación no era algo inflexible (los elegidos por un territorio no tenían porqué llevar una posición en bloque), al menos en mi época, en ningún momento oculté que apostaba por él como Secretario General del PCE.

Me reservo para mí lo que en ese congreso vi y cuánto me enseño, a mis 26 años, sobre las pequeñeces de la política.

Mi primer contacto personal con Julio Anguita, en la Puerta del Sol -faltaba mucho para lo de las manitas- me hizo caer los palos del sombrajo y me demostró que, si no tonto con avaricia, yo era un ingenuo de marca mayor.

El PCE tenía ya por entonces una pirámide de edad de su militancia muy envejecida y Anguita, como todo político vendecrecepelos -todos los “buscavotos”-, quería darse un baño de masas juvenil repartiendo octavillas, como presentación callejera ante “el pueblo soberano”, como le gustaba decir.

En un momento del reparto se dirigió a mí y me dijo, clavando su pupila en mi pupila, “Fíjate. Me piden autógrafos. Como si fuera Jesucristo”, seguramente tomándome por más gilipollas de lo que era. Es decir, un tío que ha sido Alcalde de Córdoba, por mucho que la ciudad sea pequeña y el edil sea un tanto vecino, ¿no está acostumbrado a las manifestaciones de admiración popular? Aquello, para alguien que siempre le ha asqueado el culto a la personalidad de dirigentes, líderes y lidercillos, me produjo una decepción infinita mezclada con una sensación de que estaba ante alguien con un ego estomagante. 

Por entonces yo ya había leído aquello del esclavo que iba tras los desfiles de César diciéndole lo de “respice post te, hominem te esse memento” (“Mira hacia atrás y recuerda que sólo eres un hombre”). Unos años después, su mesianismo de chiflado narcisista ("Hay que llevar a don Quijote a los Presupuestos Generales del Estado". Y a ti al manicomio, majo), junto con el hartazgo por las broncas internas que había vivido desde 1976, me condujeron marcharme en silencio.

Luego ya tuvo piezas inigualables como aquella, recién elegido candidato de IU a las elecciones generales de 1986, que aunque la sacó de su postración electoral, no era precisamente como para afirmar “me siento psicológicamente presidente de gobierno”
Fue entonces cuando el periodista Fernando Poblet, de RNE, dijo en su programa libre y anárquico “Las mil y una”, dentro de su aguijoneante sección “Prensa hidráulica”, aquello de “con Anguita se cumple la máxima de que un interesante político local llega a Madrid y un extraño hechizo de la capital hace que se comporte como un gañán”.

Tampoco se quedó manco Anguita cuando dijo "Soy inmune al desaliento, cómo los antiguos falangistas antes de ser corrompidos por Franco, con quien coincido además en la reforma agraria y en la nacionalización de la banca". Lo de la querencia por la Falange le venía de muy lejos, tanto que de joven recibió el premio José Antonio Primo de Rivera por un texto hagiográfico sobre el personaje. Él mismo admite que en su juventud vistió la camisa azul mahón.

A partir de ahí la cosa fue a peor, a pesar de que su carisma aún lograse tiempos dulces para su formación política (1993 y 1996 que, aún así, no le permitieron a IU quitarse de encima la maldición de no ser capaz de romper el límite de los 23 diputados logrados por el PCE en 1979). Difícil embate para una Izquierda Unida que quería hacer del sorpasso al PSOE su objetivo y que, retóricas aparte sobre el famoso hilo rojo anguitiano, fiaba su proyecto al triunfo electoral.

Llegaría por esa época su jugueteo con Pedro Jota Ramírez. No hablo de ninguna pinza. El PSOE se la habría ganado a pulso, si la hubiese habido. Digo que si EL PAÍS te niega el pan y la sal, se construye poder por la base, pero no te entregas a la derechuza mediática más reaccionaria.

Eran tiempos en los que Anguita soltaba perlas del tipo “Algún día el alma inmortal del PCE transmigrará en IU”, mientras parecía levitar a dos palmos del suelo. Profética frase: hoy el PCE e IU, escoltados por sus direcciones, transmigran en Podemos. Pero de alma inmortal nada. Los han matado desde el reformismo y el oportunismo más zafios.

Su mejor acierto fue la posición que abanderó contra el Acuerdo de Maastricht, origen de de la Europa de contención del déficit que hoy tenemos, más allá e independientemente de la crisis capitalista actual. Bien porque se adelantó a su tiempo, bien porque IU no supo transmitir el significado real de lo que se nos venía encima, fue un potencial de lucha no explotado por esta organización.

Luego la crisis de los social-liberales de Nueva Izquierda (toda involución ideológica tiende a reivindicar la palabra “nuev@”), que tuvo como una de sus coartadas precisamente la diferencia de posiciones respecto a Maastricht, de la que él no fue responsable, sino los propios liquidadores en su camino hacia el PSOE y sus sucesivos infartos que le dejarían fuera de combate como Coordinador General de IU. Ese fue un momento que Paco Frutos aprovechó para demostrar, una vez más, una de tantas, su soberana incompetencia; esta vez en su función de sustituto a la candidatura de Presidente del Gobierno (2.000), pactando a lo Garzón, con Joaquín Almunia (PSOE) y llevando a IU a un fracaso electoral estrepitoso (8 diputados). Otros vinieron que hicieron bueno a Paco Frutos, ¡eh Garzón! (2015, 2 diputados). 

A Anguita su retirada tras el infarto no le sentó bien. En lugar de aprovechar su retiro de la primera línea de la política para estar callado, por "no despejar las dudas definitivamente", que decía Groucho, y aprender un poco de humildad, fue cuando empezó con aquello de la gran importancia de la Constitución y los Derechos Humanos, cuestiones de las que enseguida hablaremos.

Quizá por su pasado profesional como pedagogo, quizá por su extraordinario ego, le pasó lo que al “maestro Siruela (no ciruela), que no sabía leer y puso escuela”. Negar que tras su ampulosidad retórica haya una cierta pátina de erudición sería estúpido por injusto -otra cosa muy distinta es que sepa de verdad de qué habla, que es lo que hace al culto- pero a partir de entonces, y quizá por la falta de organización que le respaldase, quedó patente que Anguita era uno de esos con mucho empaque y poco fondo.

Sus grandes “aportaciones teóricas” vinieron después de dejar sus cargos en IU y en el PCE

La primera de ellas fue la idea de que “cumplir la Constitución” era revolucionario, precisamente de una Constitución que consagraba la economía capitalista, la Monarquía y “la unidad indisoluble de la nación española”. Para Anguita la parte de derechos sociales de la Constitución (trabajo, vivienda, sanidad, educación, pensiones,…) era la base de su potencial “revolucionario”.

Volvamos a la cuestión de ser erudito o culto. Si Anguita tuviera suficiente cultura política sabría que en una Constitución hay artículos imperativos (les acabo de citar tres) y otros que son potestativos. Es decir, que están ahí para hacer bonito y pasárselos por...Salvo que el señor Anguita sea un cínico y un demagogo peronista como su amigo Pablo Iglesias, al que no hace mucho comparó con Lenin ("Pablo Iglesias es un sabio adaptador de Lenin a las circunstancias actuales"). Hace poco, como se da cuenta, de que le hacen poco caso, por no decir menos que el lobo a la zanahoria, ha vuelto con la matraca constitucional: "Muchos rojos imbéciles hablan de cambiarla. No, tío, primero cumple esta y luego la cambiamos" Dí que sí, campeón, haciendo amigos.

Pero para demagogia, la perla que acaba de regalar al mundo. En pleno estado de “delírium trémens”, ha comparado al también militante OTANista de Podemos, hombre de confianza de Washington, según reveló Wikileaks, y ex JUJEM con Zapatero, con el comandante Chávez. Interrogado sobre la negativa de la dirección de IU Almería de que Julio Rodríguez fuese en la lista común con Podemos, respondió: "También hay militares de izquierdas, como Chávez" y se quedó, como siempre que suelta una de sus necedades, más ancho que largo.

Otra aportación anguitiana es considerar que con el cumplimiento de los derechos humanos se cambia radicalmente el mundo: "Yo, que soy comunista, hace tiempo renuncié a plantear el comunismo como alternativa o el socialismo, porque eso no llega a la gente. A la gente sí le llega un derecho humano". Aquí entramos ya no en la erudición vs. cultura sino directamente en la burrície. 

Además de que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es puramente potestativa, salvo en los artículos que a USA le interese exigir a otros países, mientras los viola ella misma, es que Anguita olvida lo principal: que aunque el articulado de dicha declaración consagra derechos sociales (consecuencia del pacto entre los aliados tras la II G.M., entre los que la URSS era claramente la potencia que derrotó al nazismo, a la que era inevitable conceder un reconocimiento en lo “social”), lo cierto es que el componente económico de esta “constitución universal” deja claro qué sistema consagra:

Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad

¿Quién define qué es arbitrario? ¿La expropiación sin indemnización de los medios de producción en un proceso revolucionario lo sería?

A pocas entendederas que se tenga, se comprende fácilmente que la consagración del capitalismo como sistema económico basado en la lógica del beneficio y la acumulación, es la causa principal por la que los derechos sociales se convierten en puramente potestativos. Y ya no les digo en épocas de crisis capitalista y trasferencia a cascoporro de las rentas del trabajo al capital.

La tercera aportación teórica del gran Julio, quizá la más relevante de todas ellas, por su riqueza paradigmática, plagada de "significantes vacíos" a rellenar -doy las gracias a Laclau (de forma póstuma) y a su monaguillo Errejón por tamaña boutade- con lo que a usted le salga del níspero, fue la siguiente:

"Lo único que os pido es que midáis a los políticos por lo que hacen, por el ejemplo, y aunque sea de la extrema derecha, si es un hombre decente y los otros son unos ladrones, votad al de la extrema derecha. Eso me lo manda mi inteligencia de hombre de izquierdas. Votad al honrado, al ladrón no lo votéis aunque tenga la hoz y el martillo."

Este tipo de argumentos, válidos para cuñados en cenas de Navidad son, además de rastreros y fascistas, de una simpleza desgarradora. Veamos:

a) Admitir a un sujeto de extrema derecha como modelo a votar porque es “honrado” es burlarse del sufrimiento humano causado por los 40 años de fascismo en España o del carácter intrínsecamente perverso y asesino del nazismo. No me sorprende este tipo de argumentaciones en alguien que fue falangista en su juventud. Me sorprende mucho más, aunque no hasta el punto de hacerme caer de espaldas, que este señor llegase a ser secretario general del PCE, Coordinador General de IU y candidato por esta coalición a la Presidencia del Gobierno. Y digo que no me hace caer de espaldas porque IU siempre fue socialdémócrata, lo mismo que el PCE desde 1956 (“política de reconciliación nacional”).

b) El comunista que es ladrón no es comunista, por mucha hoz y martillo que se ponga, porque demuestra no ser coherente con sus supuestos principios, contrarios a la apropiación privada de lo público, que es de lo que está hablando el señor Anguita.

c) Sitúa a Anguita, en la práctica, en la creencia de que las urnas son el camino para cambiar el mundo y a la honradez como una cuestión personal y no cómo algo que tiene que ver con la “acumulación (capitalista) por desposesión” de la que habla Harvey y que explica las razones profundas de los procesos de de privatización no sólo de servicios sino también de funciones que hacía en el pasado la administración y que hoy subcontrata a empresas privadas. Busquen aquí las causas de la mayor parte de la corrupción institucional, y en el carácter de clase del Estado, y déjense de atender a la moralina de charcutero del señor Anguita.

La mayor parte de estás “anguitadas” de don Julio pertenecen a la época en la que, no pudiendo vivir sin practicar el mangoneo y el liderazgo, creó el Colectivo Prometeo (un guiño la pedantería de su frase “la izquierda disputa a dios la capacidad de crear”, en línea con Prometeo que robó el fuego sagrado a los dioses para dárselo a los hombres).

De ahí arrancaría el Frente Cívico Somos Mayoría, conocido como Frente Cívico, y uno de cuyos fines era expandir el ciudadanismo y la transversalidad, no sólo social sino también ideológica, al estilo del 15M, para lo que contó con la inestimable colaboración de personajes como el cómico Juan Carlos Monedero (el de “Podemos es una maquina de amor”, el tránsfuga intrigante Manuel Monereo y otros tan turbios y de extraños tránsitos políticos, que no ideológicos, como el nazi Jorge Verstrynge, hoy en Podemos. Verstrynge, ex asesor de Paco Frutos, admirador de Marine Le Pen, como él mismo ha confesado (escúchenle en este vídeo a partir del minuto 12:43), escribió un informe en 2008 sobre inmigración donde además de regarlo de absurdeces (y quién sabe de qué cosas más) mostró su lado más abiertamente racista.


No sé a ustedes pero a mí me ha hastiado demasiado hablar tanto de este personaje y sus “anguitadas” o “anguiteces” y sólo me queda decirle “Anguita, ¡la pastilla!”

30 de diciembre de 2015

"HACER UN VAROUFAKIS", EL REGALO POLÍTICO DE ESTAS NAVIDADES

Por Marat

A Yanis Varoufakis ya pocos le recuerdan. Entre la socialdemocracia realmente existente -parece inútil recordar al personal que la socialdemocracia ya no la representan los PPSS, puesto que se han reconvertido desde los 90 en social-liberales, sino los excomunistas, con o sin cambio de nombre, y el populismo “ni de izquierdas ni de derechas”- se ha extendido una suerte de Alzheimer selectivo que le ha llevado a olvidar a todo lo que tenga que ver con Syriza y hasta con Grecia.

Muy lejos, aunque muy cerca en el tiempo, quedan los actos conjuntos entre miembros de IU y de Podemos con su homólogo griego y los abrazos con Tsipras y otros dirigentes del partido del oxi (no) transformado en nai (sí) a los dictámenes del capital europeo. Esta amnesia es tan profunda como la desvergüenza y cinismo de dirigentes y gran parte de las bases de ambas franquicias españolas respecto al que consideraban su gran referente europeo. Pasaron del amor a la indiferencia sin autocrítica alguna respecto a porqué habían instituido a Syriza en su modelo político en un pispás (“Es tan breve el amor y tan largo el olvido”. Pablo Neruda). A Varoufakis intentaron estirarle unas semanas más como héroe resistente y rebelde con causa tras la caudicación de su partido y del gobierno del que formaba parte hasta entonces, simplemente por su postureo como “enfant terrible” para la hinchada y por haber dimitido como Ministro de Finanzas griego; dimisión que fue en realidad un cese fulminante ejecutado por su amigo Alexis Tsipras para corroborar que el orden reinaba en Berlín y mucho más en Atenas.

Pero Varoufakis no era un héroe. Sólo un bufón en manos de un monigote, Tsipras, al que el capital manejó a su antojo incluso antes de ganar las elecciones, cosa que muy pocos han querido saber en todo este tiempo.

Poco antes de sus horas amargas, tuvo cierto éxito una expresión: “hacer un Varoufakis”. Para cada uno de quienes han empleado esta expresión significa algo distinto. Y es lógico que así sea, en la medida en que uno acomoda los conceptos a su propia ideología.

Para ciertas personas de derecha, “hacer un Varoufakis” es insultar a quienes pueden prestarte el dinero que necesitas y luego pedírselo. Para cierta “progresía” es dimitir, vulgarmente “darse el piro” y hacerlo con elegancia. Para mí es puro postureo. Vestirse de Leónidas el espartano para comportarse finalmente como Arquíloco, el poeta soldado:

Un sayo ostenta hoy el brillante escudo
que abandoné a pesar mío junto a un florecido arbusto.
Pero salvé la vida. ¿Qué me interesa ese escudo?
Peor para él. Uno mejor me consigo”

Ya nadie reivindica a Varoufakis, como tampoco a Tsipras o Syriza, salvo los necios.

Pero Varoufakis se resiste a ser olvidado. Como les sucede a otros antiguos protagonistas -Aznar, González, Blair,…-, Varoufakis quiere sacar la cabeza de la ingrata losa con la que le ha cubierto la historia como, por otra parte, les sucede a casi todos los que ayer fueron alumbrados por los focos de la mercadería política, atentos ahora a otros productos y marcas personales.

Varoufakis se ha descolgado apenas hace dos semanas con una propuesta de “red o movimiento progresista europeo” que democratice Bruselas.

Afirma el ex Ministro griego que “hay que meter a la gente que desprecia la democracia bajo control de los ciudadanos”. Y en línea con las tonterías que nos suelen regalar en España Iglesias o Errejón añadió: "es mejor prender una pequeña vela que maldecir la oscuridad".

Para el gran falsario Varoufakis el mal no está en el capitalismo que se apropia de lo público, destruye las conquistas históricas de la clase trabajadora, empobrece a millones de personas y establece una nueva forma de acumulación por desposesión.

Para los charlatanes y farsantes como Varoufakis o Iglesias el origen del dolor social no tiene que ver con una formación social y económica concreta que refleja una estructura de clases profundamente desigual, la cual en las crisis capitalistas se desvela con toda su crudeza.

Para lo que están donde les han colocado sus amos -sólo los majaderos y los ignorantes creen que los políticos alcanzan un lugar concreto mediante el sufragio- es para señalar al espantajo institucional (euro, Banco Central, Troika, Eurogrupo o lo que toque en cada momento) y escamotear de la vista pública al poder real: el de las grandes corporaciones industriales y financieras capitalistas que dictan las políticas generales.

Por eso este tipo de mamarrachos hablan de déficit democrático europeo. “Odian la democracia, la tratan con menosprecio” dice el curilla Varoufakis, refiriéndose a las instituciones de la UE. Pretende este sujeto que todos ignoremos el carácter profundamente oligárquico de origen de la democracia, sí, de la ateniense, la primera. ¿Acaso votaban los ilotas (esclavos) o los metecos (extranjeros) en Atenas? ¿Acaso no eran una minoría, ciudadanos atenienses, libres y con propiedades quienes votaban y eran elegidos? La democracia desde entonces a hoy es la democracia de una clase, por mucho que ahora el derecho de sufragio sea universal (no para la mayoría de los extranjeros en un país) y para una clase. ¿Qué dicen al respecto la gran mayoría de los partidos con representación parlamentaria? Que representan el interés general, a todos los ciudadanos. Aludían Marx y Engels en “La ideología alemana” a esa tendencia a disfrazar de colectivo lo particular al señalar “la forma tergiversada bajo la que la beata e hipócrita ideología del burgués proclama sus intereses propios y específicos como intereses generales”.

Y es que, en el fondo, Varoufakis no engaña, o sólo a lo hace a los que quieren ser engañados: “Los problemas y las luchas de los europeos son tan comunes que se puede crear una identidad paneuropea. Si no lo hacemos, la UE se romperá. Somos la mejor oportunidad para que la UE sobreviva”. Lo dejó claro este autodefinido como “marxista errático”, en el fondo un neokeynesiano que pide para la UE un nuevo New Deal, cuando afirmó aquello de "La cuestión que concierne a los radicales es esta: ¿deberíamos darle la bienvenida a esta crisis del capitalismo europeo como una oportunidad para reemplazarlo por un mejor sistema? ¿o deberíamos estar preocupados respecto a como embarcarnos en una campaña para estabilizar al capitalismo europeo?". Y por si había dudas sobre el sentido de la respuesta a tal disyuntiva, se respondió a sí mismo: "Para mí, la respuesta es clara: Es menos probable que la crisis europea de a luz a una mejor alternativa al capitalismo a que desate peligrosamente fuerzas regresivas que tienen la capacidad de ocasionar un baño de sangre humanitario, al mismo tiempo que extinguen las esperanzas de movimientos progresivos para las generaciones futuras." En román paladino, para que no venga algo peor, apuntalemos a este capitalismo. Por si alguno de ustedes creen que no es esa la intención que subyace bajo sus palabras, el ex Ministro se empeña en que se le entienda de modo suficientemente claro, para que no haya duda alguna respecto a lo que quería decir: "defender a un repugnante capitalismo europeo cuya implosión, a pesar de sus muchos males, debe ser evitada a toda costa". Algo así como qué asco me da usted pero me sacrificaré y le haré todo lo que me pida y algún extra de regalito. De ahí su obsesión con salvar sus instituciones europeas: la UE, la unión de los mercaderes del capital.

Eso son hoy los Varoufakis, los Tsipras, los Iglesias, los Errejones, los cantamañanas como Monedero, títeres de refresco del capital ante otras opciones ya quemadas. Y lo mismo cabe decir de los grupos -IU/UP- que plantean la posibilidad de la salida del euro pero no de la UE, como si ambos no representasen exactamente lo mismo.

Por extensión, en nuestra realidad nacional hay muchos otros casos que ejemplifican bien lo que es “hacer un Varoufakis”.

Es “hacer un Varoufakis” reunirse en campaña de las generales, como hicieron los concejales podemitas de Ahora Madrid, con los trabajadores en lucha de Coca-Cola de Fuenlabrada, con los cuáles la marca se ha negado a cumplir las obligaciones a las que estaba obligada por resolución judicial, permitir luego el ayuntamiento podemita madrileño la colocación del obsceno árbol navideño de la misma marca y responder, ante las críticas de dichos trabajadores, de manera infame, mentirosa y desvergonzada que creían que el conflicto ya se había resuelto, cuando al visitarlos sabían que no era así.



Hacer un Varoufakis” es que la señora Carmena dijese al poco tiempo de tomar posesión como alcaldesa de Madrid que se planteaba remunicipalizar la limpieza viaria, salir luego con el globo sonda de encargar dichas tareas a diversos colectivos de mujeres, mantener después los acuerdos del PP de Ana Botella con las empresas concesionarias privadas del servicio de limpiezas, proponer un servicio social de trabajo universitario para que esos jóvenes ayuden a limpiar la ciudad, con el consiguiente ahorro de puestos de trabajo, para, finalmente, acabar sorprendiéndose ante un ERTE de OHL y Valoriza-Sacyr, dos de las empresas concesionarias de la limpieza municipal, que suspenderá temporalmente de empleo a 300 trabajadores. La firmeza de la Tierna Carmena ya la conocemos: concesiva y claudicante de manera absoluta con el capital y flexible hasta la nausea con el dolor de los trabajadores.

Hacer un Varoufakis” es presentarse como alguien que quiere hacer desde el ayuntamiento políticas de igualdad y acabar practicando la caridad de la iglesia católica invitando a cenar el día de Nochebuena a unos 200 indigentes con la ONG Mensajeros de la Paz, como ha hecho la señora Manuela Carmena, al igual que antes hacía su predecesora Ana Botella del PP. Ni a socialdemócrata llega la primera, pues son políticas socialdemócratas las que intentan disminuir las desigualdades sociales desde una cierta “justicia reparadora” frente al humillante “siente un pobre a su mesa en Navidad” o, peor aún, vaya a acompañarle un rato a cenar que, luego cuando acabe de hacerlo, ya sabe él cuál es su sitio: la fría noche de la calle o el triste y humillante albergue.

Hacer un Varoufakis” es plantear en campaña que no se cedería ante los intereses especulativos de desarrollos urbanísticos como la “Operación Chamartín” para luego ir modulando el discurso desde el “así no” hasta el “queremos trasladarle nuestra voluntad de desatascar la operación. Fomento debe trabajar de la mano con el Ayuntamiento en las cosas discutibles del proyecto, la cifra de edificabilidad total del ámbito y el coste de las infraestructuras, en el que el Ministerio tiene mucho que decir” en palabras del Concejal de Desarrollo Urbano “Sostenible” (las palabras lo aguantan todo), el señor don Ladrillo José Manuel Calvo (de Ahora Madrid).

Por en medio quedan las fotos de Manuela Carmena retratándose del bracete de Cristina Cifuentes, tras comer juntas y “acabar” con desacuerdos Comunidad de Madrid-Ayuntamiento o de la señora Carmena en el palco del Real Madrid con el gran especulador inmobiliario y del ladrillo Florentino Pérez, Presidente del Real Madrid, del grupo constructor ACS y comprador de políticos en cada temporada.


Resuelta la cuestión legal que impedía la edificabilidad de viviendas en más de tres alturas por el PP de la Comunidad de Madrid, al derogar la anterior Ley del Suelo, unos días después del amigable paseo de las dos madres de la patria madrileña, ya sólo quedan detalles menores por parte de los podemitas municipales, como la propuesta de que se construya un menor número de viviendas dentro del proyecto-pelotazo “Operación Chamartín”. Eso sí, Ramón Espinar hijo de un padre corrupto y tarjeta-black del PSOE, pudo tirarse el rollo en el Parlamento Autónomo de que “se va a mercadear en grandes operaciones como Chamartín o Mahou-Calderón porque una parcela con una edificabilidad de ocho o diez alturas vale mucho más que una de tres alturas”. En cada institución dicen una cosa opuesta para consumo de forofos del partido de los círculos y de su adorada alcaldesa. Quiero recordar que sobre la eventualidad de que la señora Carmena y su ejército de ediles saltimbanqui-podemitas se apuntaran al pelotazo de la Operación Chamartín ya escribí hace 6 meses. La evolución de los acontecimientos parece darme la razón.  

Hacer un Varoufakis” es ir de empresario de la comunicación progre-trotsko-podemita, como el señor Roures (sí, el de Público y La Sexta, las sedes oficiosas de Podemos) o como la señora Ada Colau, alcaldesa en cuya ciudad continúan los desahucios pero ahora con sordina, que decía que los derechos de las personas deben estar por encima de los intereses económicos particulares, lo que en su boca era una mentira indecente, al defender la dación en pago, y acabar siendo ambos socios circunstanciales en una operación especulativo-urbanística con el intento de venta en Noviembre pasado del edificio Imagina de Barcelona (70% del edificio es propiedad de Imagina Media Audiovisual, 30% restante es del Ayuntamiento). De haberse consumado, el pelotazo hubiera significado un montante de 30 millones de euros, a repartir como buenos socios. Habrá segundo intento.

Por cierto, “hacer un Varoufakis” por parte del señor Roures es ir de empresario progresista y ser un moroso que debe a Hacienda a través de Mediapubli, la antigua editora de Público, 1.622.516,62 euros. Eso sin contar el dinero que aún adeuda a los antiguos trabajadores del panfleto digital.

No sé si finalmente Pablo Iglesias hará un Varofakis con su propuesta de referéndum para Cataluña -¿sólo para Cataluña? ¿Por qué no también para Euskadi y Galicia? ¿Acaso no hay allí fuerzas soberanistas?- pero, de momento, ya ha anunciado que su prioridad es la Ley 25 de emergencia social, a sabiendas de que sin la derogación del artículo 135 de la Constitución y muy especialmente de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (LOEPFS), cuyo contenido está vinculado directamente al Pacto Fiscal Europeo, es otro brindis al sol en línea con el programa económico podemita. Y esa derogación no se producirá porque Bruselas ya le ha dicho que alegrías económicas ninguna. ¿Acaso alguien es tan cínico de afirmar que Iglesias haría algo distinto a Tsipras? El propio Iglesias ya aclaró hace tiempo que Syriza hizo lo único que se podía hacer. Y remachó: "Cuando en política no tienes poder, no tienes nada, porque no cuentan las razones", y "un Estado del sur de Europa tiene muy poquito poder".

De momento Iglesias gana tiempo, pone un señuelo, que por la situación económica y social de millones de personas puede que le funcione relativamente bien, por delante del referéndum, la ley de emergencia social y juega a favor de la repetición de unas elecciones en las que sólo el PP y Podemos saldrían beneficiados. Pero para entonces estaríamos ya en Mayo y, bien podría empezar a difuminarse su propuesta de referéndum, no tanto para que le haga perder muchos votos en Cataluña, Euskadi y Galicia pero suficiente para que en la España profunda, una, grande y libre no le castiguen por separatista, como dicen los barones del PSOE. Y es que tuvo un buen maestro en aquel Felipe González del 76 que estaba a favor del derecho de autodeterminación de los pueblos de España y luego acabó por ser un puntal sólido de dicha “unidad patria”.

Por último, “hacer un Varoufakis” es proclamar, como hizo el candidato de IU-UP que Podemos se ha derechizado, que es la UCD actual y que con un partido con esa evolución IU no hubiera buscado la unidad popular, cuando lo intentó con un partido que estaba ya muy derechizado hasta el último minuto antes de iniciarse el cierre de las listas, y acabar planteando la necesidad de recuperar esa misma “unidad popular” al día siguiente de las elecciones. IU acabará integrada en dicho partido, con los dirigentes que acepte Podemos, como el que selecciona con desgana las partes apetecibles de un plato y casi todas sus bases embarcando en el populismo derechizado y sostén del capitalismo. Muchos de los “disidentes” de la actual dirección de IU subirán al barco por la pasarela, como hicieron yendo a votar a tal coalición con el carné en la boca. Pero, eso sí, muy indignados. 

Tranquilos, el día de Reyes todos los votantes giliprogres, de rojos nada, recibirán su juego de mesa “Házle un Varoufakis a la decencia política”.

14 de julio de 2015

GRECIA Y ESPAÑA, LA TRAMPA DE LAS “IZQUIERDAS” REFORMISTAS

Por Marat

1.-Se consuma la traición al “NO” en el referéndum griego

DUX: “Cree el mundo, y yo con él, que quieres apurar tu crueldad hasta las heces, y luego cuando la sentencia se pronuncie, hacer alarde de piedad y mansedumbre, todavía más odiosa que tu crueldad primera. Cree la gente que en vez de pedir el cumplimiento del contrato que te concede una libra de carne de este, desdichado mercader, desistirás de tu demanda, te moverás a lástima, le perdonarás la mitad de la deuda, considerando las grandes pérdidas que ha tenido en poco tiempo, y que bastarían a arruinar al más opulento mercader monarca, y a conmover entrañas de bronce y corazones de pedernal, aunque fuesen de turcos o tártaros selváticos, ajenos de toda delicadeza y buen comedimiento. Todos esperamos de ti una cortés respuesta”

SYLOCK: “Vuestra alteza sabe mi intención, y he jurado por el sábado lograr cumplida venganza. Si me la negáis, ¡vergüenza eterna para las leyes y libertades venecianas! Me diréis que, ¿por qué estimo más una libra de carne de este hombre que tres mil ducados? Porque así se me antoja.”

PORCIA: “Un momento no más. El contrato te otorga una libra de su carne, pero ni una gota de su sangre. Toma la carne, que es lo que te pertenece”
(“El mercader de Venecia”. WIlliam Shakespeare)

Grecia y el Eurogrupo han llegado a un acuerdo para comenzar a negociar el tercer rescate al primero. Dicho rescate podría superar los 84.000 millones de euros. Para que se lleve a cabo, el BCE debe facilitar ayuda de emergencia a los bancos griegos para que estos no se hundan, provocando la salida de Grecia del euro.

A cambio, el gobierno de Syriza, que ya ha traspasado todas las líneas rojas de su programa habidas y por haber, se compromete a aprobar antes de este miércoles 15 de Julio la reforma del IVA, que castigará de manera especial a las clases trabajadoras en su ya exigua capacidad adquisitiva, aumentar la edad de jubilación, acabar con las ayudas a las pensiones más bajas y a realizar la transposición de la directiva de rescates bancarios. Esto para ir abriendo boca.

Junto a ello, otros dos paquetes de medidas cada cuál más draconiano.

En el primero de ellos, Grecia debe comprometerse con un calendario de medidas que compensen el "fuerte deterioro económico y fiscal del país durante el último año". Dentro de dichas medidas se incluyen la reforma completa de las pensiones, la de los mercados de productos, la privatización de las eléctricas, la reforma laboral y la del sector financiero.

En el segundo paquete se exige ampliar el programa de privatizaciones (puerto de El Pireo, los aeropuertos del país, autopistas, empresas de aguas, correos, empresas gasistas, red ferroviaria,...) ; una reforma de la administración pública, una "normalización” de la supervisión que la troika realiza en Atenas y el compromiso de consultar con las instituciones cualquier borrador legislativo relevante para el programa antes de someterlo a consulta pública o enviarlo al parlamento. Ello significa la más absoluta pérdida de la soberanía económica y política griegas.

Para más recochineo el FMI, auténtico sepulturero de economías y soberanías nacionales, estará presente como controlador de dicho rescate.

Pero si esto no fuera bastante, Grecia deberá poner sobre la mesa como aval un fondo de activos para su privatización por valor de 50.000 millones de euros. A cambio de este monto de privatizaciones, Alemania, que es la que manda, ha aceptado que se preste a los helenos 35.000 millones de euros.

Por supuesto, todo ello sin quita alguna.

Ojalá, puestos a entregar al sacrificio a la clase trabajadora y a los sectores populares griegos el referéndum del gobierno de Syriza hubiera quedado en una libra de carne pero ni una gota de su sangre, ¿verdad? Pero, como tantas veces, en las que el poder del capital echa un pulso a los campeones de la “antiausteridad”, los desheredados de fortuna de sus países acaban perdiendo algo más que “una libra de carne”.

Quizá la respuesta a lo anterior tenga que ver con el grado de madurez de los pueblos y los explotados dentro de ellos, que en situaciones de graves crisis económicas y sociales tienden a elegir las opciones -quien piense que hablo en términos meramente electorales es porque tiene una urna, vacía, por cabeza- que admiten brutalidad pero esperan que ella se produzca sin exceso de saña.

Cuando la elección se sitúa en lo que el viejo chiste español resume como susto o muerte, casi siempre es la segunda opción la que se impone, sobre todo si se aceptó el susto como mal menor.

¿Alguien recuerda cuando Syriza decía NO a la OTAN? ¿Cuándo decía aquello de NO al pago de la deuda? Venga, cuéntanoslo, Eric Toussaint, tú, que decías, como algunos seguimos diciendo, para escarnio de vuestras permanentes y crecientes rebajas reformistas, NO AL PAGO DE LA DEUDA.

¿Alguien recuerda cuando, antes de las elecciones municipales griegas, Alexis Tsipras se reunió con los principales embajadores de países de la UE para decirles que Grecia sería un fiel cumplidor de sus compromisos con sus aliados?

¿Alguien tiene el gusto de recordar cuando Syriza y Tsipras pasaron de aquellas promesas a la aceptación, no de quitas sobre la deuda, sino a la petición de reestructuración de la misma, que ya no es quita, sino ruego de ampliación de plazos.

Desde el principio, las negociaciones del Gobierno griego con sus “socios” europeos, el FMI y el BCE no ha sido otra cosa que una impostura desde los dos lados, un juego de representaciones, llamado por el cesado por Tsipras, que no dimitido Varoufakis, “postureo”. Habría que preguntarse porqué Tsipras, justo antes de referéndum en el que ocultaron lo que le iban a hacer a la clase trabajadora de ese país, le relegó en su papel de negociador con la UE. La claudicación de los “radicales” de Syriza estaba cantada desde hace muchos meses, cosa que la degenerada “izquierda reformista” española y europea se negaba a admitir porque se hubiera quedado sin nave capitana. ¡Menuda nave!

Posteriormente el “Minister no more” en el twitter de Varoufakis lo dice todo. Ha sido el propio Tsipras quién invitó ha al marxista “errático” a darse el piro porque no era del gusto de sus socios.

En cualquier caso, a Varofakis lo hará bueno Euclides Tsakalotos. Éste es un economista ya “centrado” que invirtió en el pasado una parte de su capital en cosillas como JP Morgan y Black Rock.

No voy a explicar que se puede ser de "izquierda" y traicionar a tu clase. Hasta los mentalmente menos habilitados irán viendo hasta qué punto venden a la clase trabajadora los “empoderadores” y “salvaciudadanos” al capital al que sirven con cada vez menos disimulo.

Y ahora de lo que se trata es de retratarse, de dar la cara y de que todos sepamos hasta que punto es coherente el discurso del no pero sí, del don “dieguismo”, del un paso adelante y dos atrás, de la claudicación envuelta en falsa dignidad para, finalmente, quedar al descubierto las contradicciones más indecentes del oportunismo reformista en su viaje a ninguna parte.

En tiempos de caos, tener conciencia de ser clase trabajadora, de izquierdas, partidarios de decir no al abuso de la Unión Europea del capital y de los demonios que nos acechan, supone aceptar la posibilidad de que Europa esté muriendo, rechazar no sólo su moneda sino a la propia UE y atreverse a pensar y a trabajar por escenarios realmente distintos al devastador paisaje que hoy se impone a nuestros ojos.

En diversas ocasiones he afirmado que Tsipras y Syriza traicionarían a la clase trabajadora griega
No les gustaron esas previsiones ni a los podemitas ni a la izquierda socialdemócrata llamada IU-PCE ¿Cómo iba a gustarles, si estos vendedores de burras viejas, basan su programa en intentar hacernos creer que en política querer es poder, intentando que no veamos más allá de la cortedad de sus mentiras que ocultan la real naturaleza sistémica en la que esconden sus discursos “antiausteridad”? Para ellos, “otro capitalismo es posible” porque, en realidad, no aspiran a otra cosa que a ser suecos o daneses. Lo de la revolución islandesa a lo 15M ya no les sirve porque hicieron el ridículo más espantoso defendiendo aquel fiasco que devolvió, tras un breve paréntesis, a la derecha al gobierno. Hoy con volver a la época precrisis, sus ciudadanos se dan por más que satisfechos, como los partidos “progres” españoles y sus votantes.

La realidad ha sobrepasado, una vez más, mis análisis más pesimistas sobre lo que habría de traernos la llamada “Coalición de la “Izquierda Radical” Griega”.

No voy a detallar punto por punto el conjunto de medidas de la Troika (sigue existiendo, señores, porque aunque le cambien el nombre, sus tres componentes operan con la misma fiereza que ayer) aceptadas por Alexis Tsipras y su gobierno. Para eso tienen ustedes los periódicos.

Pero quédense con esto: Grecia, tras el acuerdo con el Eurogrupo, sólo ha logrado un balón de oxígeno por dos meses y con la eventualidad de que puede ser expulsado del euro, algo que no decidirán los griegos ni Syriza sino sus enemigos de la UE, lo que debilita aún más la claudicante y genuflexa posición de Tsipras y del gobierno heleno.

Sería de agradecer que algún "syrizo" nos explique para qué sirve que los que algunos llaman "los nuestros" -los míos no- sodomicen con entusiasmo digno de la derecha oficial más darwiniana a la clase trabajadora y entreguen el país al capital internacional y cuál es la diferencia de que lo haya hecho Nueva Democracia, el PASOK o Syriza, salvo en que los dos primeros nunca se atrevieron a tanto.

Yo sí que veo una "utilidad" en que estas curas de caballo, que matan al equino, las aplique la socialdemocracia y no la derecha o los social-liberales; una utilidad, por supuesto, para el capital: desmoraliza, derrota y desmoviliza a la clase trabajadora como ningún otro partido, a cambio de nada. 

Dice IU que lo que le ha ocurrido al gobierno de Syriza ha sido un "chantaje" insoportable y añade Podemos -estos son ya de traca- que las presiones contra Syriza son para impedir que en las próximas elecciones lleguen ellos al gobierno. ¿Son los dirigentes de ambos partidos españoles idiotas o son idiotas? ¿Acaso ignoraban los de IU que la naturaleza del capitalismo y de sus instituciones es la de que nadie se salga de su campo de juego? ¿No tendrían que revisar qué tipo de política hay que hacer para no plegarse a esos chantajes? En cuanto a los de Podemos, ¿son tan bobos como para no entender que la cuestión no tiene que ver con los partidos concretos que aceptan el juego institucional sino con el hecho de que quienes controlan las instituciones europeas, así como el FMI, intentan impedir una dinámica de derrumbe de la UE y que se abra paso el NO al pago de la deuda, dos cosas que las veletas, convertidas en ventilador veraniego, de Syriza y de Podemos no se plantean ya? 

La gran paradoja de nuestra “socialdemocracia europea realmente existente” -la ex comunista, aunque pueda conservar el nombre, y esa mutación reaccionaria “empoderadora de la gente”- es que son incapaces de asumir varias de sus contradicciones políticas:
  • La aceptación de las reglas de juego capitalistas y de sus instituciones burguesas impiden cualquier intento de resistencia a las políticas capitalistas -lo de “neoliberales” es sólo el término vergonzante que utilizan dichas “izquierdas” para no cuestionar su amado sistema económico- Sólo es posible luchar contra una política de recortes, privatizaciones y fin de los derechos de la clase trabajadora abandonando el sueño de regreso al Estado del Bienestar y violando las reglas de la legalidad burguesa.
  • La dinámica que han abierto quienes dirigen con mano de hierro la UE plantea como destino final e inevitable el fin de esta misma y de su moneda única para los países del Eurogrupo. Rechazar la permanencia en el euro y en la Unión Europea es una exigencia política para cualquier opción que realmente pretenda ser hoy de izquierdas y defender a la clase trabajadora. Ello exige pensar y poner en pie una alternativa de solidaridad europea entre las clases trabajadoras europeas que se articule sobre una nueva Internacional y sus organizaciones. De no hacerse desde la izquierda, que deberá romper con toda la morralla reformista excomunista, en unos casos, e involucionista y prefascista en otros, la respuesta vendrá desde los euroescépticos de la extrema derecha europea y tendrá una orientación y una evolución política bien distintas.
  • Pretender recuperar los derechos arrebatados a la clase trabajadora y, al menos, restañar en parte los daños sociales causados por las políticas anticrisis sin abrir una vía de destrucción del capitalismo es inútil y cínico o ingenuo. El capitalismo hace mucho tiempo que cerró el campo a las opciones reformistas, al menos en sus países centrales. Que en España sea aún difícil de aceptar este hecho tiene que ver con que su raquítico Estado del Bienestar estaba aún creándose cuando ya se iniciaba su desmonte en Europa a partir de los años 80 del pasado siglo. Si los PPSS europeos abandonaron con Blair y Mitterrand la socialdemocracia y pasaron a ser social-liberales no es sólo por su traición sino porque ya no había terreno para el avance de las ideas reformistas dentro de sociedades que caminaban hacia estructuras económicas cada vez más “liberadas” de la capacidad de intervención y control públicos. Lo comprendió bien Margaret Thatcher cuando, tras perder las elecciones en 1997, dijo aquello de “No importa, ya hemos ganado. La oposición es como nosotros”. En esencia, la misma basura capitalista. El capitalismo reabsorbe y anula todo lo que sabe que puede integrar, mediante el pacto social, cuando lo necesita, tolerándolo cuando lo percibe inofensivo. Lo único que no puede asimilar es lo que ha nacido para destruirlo, cuya estrategia está destinada a tal fin y cuyas bases sociales se constituyen en sus futuros sepultureros. Podrá prohibirlo, reprimirlo o tratar de descalificarlo pero siempre lo temerá porque sabe que con ese enemigo no hay transacción posible.

2.-Y ahora hablemos de Podemos 1 y de Podemos 2 (Ahora en Común)
Con todo, Syriza, a pesar de su traición, de su inconsistencia ideológica, de su aventurerismo oportunista y de su falta de escrúpulos ante la entrega de los derechos de los trabajadores griegos al capital internacional, es infinitamente más decente y presentable que sus homólogos españoles.

Syriza, tiene, a pesar de su miseria moral, sectores de izquierda que no tienen parangón en IU ni en Podemos, mucho más reformistas aún, cuadros políticos, militantes formados, economistas notables como Costas Lapavitsas, intelectuales. Y a pesar de ello, su conjunto como coalición de falsos izquierdistas deja la traición como su primer testamento político. Ese legado es el de la frustración, la aceptación de la humillación al pueblo griego y un sentimiento de derrota y de anomia del que los helenos tardarán más de una generación en recuperarse. Y en esos sentimientos de abatimiento lo de menos será que en el referéndum del engaño se haya votado sí, no o se haya ejercido la abstención porque se han aceptado unas condiciones mucho más brutales que las últimas que se presentaron por parte del gobierno de Syriza antes de convocar éste dicho plebiscito. Éste fue convocado con el fin de convertir a los griegos en cómplices de una infame mentira.

En estos momentos, Tsipras se plantea seriamente la posibilidad de dimitir. Más de la mitad del Comité Central de Syriza se opone a los acuerdos de su gobierno con la UE. ¿Se imaginan que eso pasase en Podemos o en IU, si en una delirante hipótesis llegaran a gobernar (lo suyo es ser gregarios-muletas del PSOE)? Dejen de alucinar. Esa posibilidad es la misma que la de encontrar a un PPePPero honrado. Lo de sus homólogos españoles no son principios sino desesperadas ganas de pillar cacho, cueste lo que cueste y a cualquier precio. 

El caso de IU y de Podemos es infinitamente más indigno.

Sin duda, la diferencia entre el caso griego y el español tiene que ver con las distintas tradiciones de lucha de cada país, el mayor grado de depauperación social de las clases populares en Grecia, la relación dialéctica entre clase trabajadora y sus organizaciones, el distinto tamaño de la reaccionaria clase media en cada país y la existencia en Grecia, al contrario que en España, de una izquierda realmente comunista, combativa y con alta capacidad de movilización social y sindical, que obligaron a Syriza a aparentar una radicalidad de la que en el fondo ha demostrado que carece.

La 15Memez fue en España el primer ensayo de ingeniería social -tras las “revoluciones árabes” que provocaron la ola de fascismo islámico y el engaño para dummies pequeño-burgueses de la inexistente revolución islandesa-, asentada sobre la base de las clases medias que querían conservar sus privilegios y destinada a crear una disidencia controlada que llevase la protesta social hacia una dirección prosistema. Y se logró, al contrario que en la Plaza de Syntagma dónde la franquicia de Erasmus prefascistas de Democracia Real Ya tuvieron que salir por piernas ante el “recibimiento” que los comunistas del KKE, grupos radicales de izquierda y libertarios les hicieron.

Pero ese éxito de la 15Memez no nació de la nada. Había sido abonado por decenas de años de social-liberalismo adocenante del PSOE, atlantismo, aburguesamiento de la sociedad, en la que el consumismo y la entrada en el “Mercado Común” habían jugado su papel, las renuncias ideológicas de la izquierda reformista (el PSOE es, como mucho, derecha progresista por lo que no entra en la categoría de izquierda), el pactismo social-sindical y el cretinismo parlamentario de un PCE-IU cada vez más gregario de la estela social-liberal, habían creado el caldo de cultivo necesario para la involución ideológica, interclasista, burguesa y ciudadanista, que luego habrían comprado con entusiasmo el PCE-IU en su “ilusión” por ensanchar su base electoral, única palanca “transformadora” a la que confiaban sus sueños de mayoría.

A ello habrían de sumarse con una importancia no menor el movimientismo antiglobalización, flower-power y new age de un oenegismo que había pactado con los poderes del gran capital los límites ideológicos de su protesta y que incluso había sido financiado por él, como sucedió en el Foro Social Mundial de Porto Alegre, subvencionado por las grandes corporaciones mundiales.

La cooptación y compra de líderes oenegeros reformistas y políticos por parte de grandes fundaciones globalistas sería determinante en la creación de una nueva “cultura política" que lograse imponer una hegemonía ideológica absolutamente sistémica. Surgieron así conceptos morralla del tipo empoderamiento, inclusividad, ciudadanía, “democracia” (sin adjetivos, como si no los tuviera y como si la democracia burguesa no fuera sino un subproducto-excrecencia del capitalismo), “bien común” y demás quincalla ideológica. Toda esta basura conceptual lograría una rápida expansión a través de los mecanismos de aculturación de la izquierda y de su pensamiento que son las redes sociales, auténticas fábricas de descerebrados que comparten contenidos sin leerlos ni entenderlos, los foros “de debate” donde el más cretino e insultador profesional agrede a cualquier idea que atente contra la pereza de su escaso raciocinio y los blogs conspiranoicos para amantes de lo bizarro.

Así pues, Podemos es hijo legítimo de la 15Memez y del reformismo socialdemócrata del PCE-IU, con el acompañamiento del trotskismo light de los autodenominados “anticapitalistas”; basta ver de dónde vienen muchos de sus dirigentes.

Como antes el el prefascista Movimiento 5 Estrellas en Italia, la mutación-detritus por descomposición ideológica de la izquierda que representa Podemos, es el siguiente paso de los experimentos de ingeniería que antes (15M y franquicias europeas) fueron sociales y ahora son políticos.

A Podemos no le ha faltado ni el despliegue mediático, tal y como le sucedió al sobredimensionado 15M, ni el apoyo solapado de grandes corporaciones empresariales y financieras, que son los dueños de los medios de comunicación, que también se lo dieron en su día a la 15Memez, a través de sus personajes más conocidos, y previsiblemente de sectores vinculados a las alcantarillas del Estado que han percibido la necesidad de un aggiornamento de la vieja y estropeada institucionalidad de partidos de la transición con el fin de abordar un nuevo viraje gatopardiano para que todo siga exactamente igual y el cabreo social se agote en las urnas. No busquen ustedes más recorrido ideológico y estratégico en esta formación mutante porque no la hay. Otra cosa son las intenciones no expresas públicamente que existan entre los que mueven los títeres.

En el proceso de endiosamiento del führercito con coleta y de oligarquización de su secta-movimiento nacional-partido a su medida, de la que hablé hace casi un año, cuando el proceso degenerativo y autoritario de Podemos apenas se iniciaba, Podemos está experimentando ya fuertes sacudidas de contestación interna a una dirección absolutamente vertical y antidemocrática.

La elaboración de una lista plancha única a nivel nacional para cubrir los candidatos al Congreso y al Senado en las elecciones generales junto con el requerimiento de un 10% (37.000 personas) del total de los inscritos en Podemos -no se creen ellos que son 370.000 ni hartos de vino-, en unas listas que no se actualizan desde hace muchos meses, para poder hacer propuestas programáticas es un golpe de Estado interno en toda regla y una demostración de que los círculos de podemos pintan menos que la Tomasa en los títeres.

Sólo un tonto y/o un cínico redomado pueden decir que es posible plantear listas alternativas en la elección de candidatos con alguna virtualidad de éxito frente a la lista única a nivel nacional, cuando la comodidad de elegir los que van en la lista cerrada empaquetada, propuesta por el mesías podemita, y de votar a los que salen en las teles y en otros medios se impondrá por comodidad y “sentido práctico” y es muy difícil que salgan otros alternativos, por mucho que se coordine la oposición interna al ucase del duce. Eso sin contar la trayectoria de los innumerables pucherazos en anteriores elecciones internas podemitas a través de su ciberdemocracia 2.0. 

Este “coup de force” oligárquico ha generado la revuelta de más de 1.000 cargos de Podemos en las instituciones y en el partido, que desafían ya abiertamente la voluntad totalitaria del caudillito.

¿Qué decir de la pose egipcia de los podemitas silbando de lado y su mesías desaparecido, tras la traición de Tsipras al pueblo griego y su aceptación del trágala de los poderes capitalistas europeos? ¿Dónde se han metido a la hora de decir aquello de "ánimo Alexis, arriba Siriza"? Su temor a ser contaminados electoralmente de modo negativo puede mucho más que su menguante coherencia. De hecho, Nacho Álvarez, responsable de economía de Podemos acaba de declarar que España ya no necesita ni siquiera reestructuración de la deuda. Íñigo Errejón, en una alarde de indecente ataque de realismo de derechas (ultra) declaró en su día que si Podemos llegase al gobierno no perdonarían la parte española de la deuda griega. Otro merkeliano. Toma solidaridad internacional. 

Por fin, Pablo Iglesias ha abierto hoy jueves 16 de Julio, ante la presión mediática, la boca en relación con la genuflexión de Tsipras y Syriza: "Los principios de Alexis están muy claros, pero el mundo y la política tienen que ver con correlaciones de fuerzas". "Lo que ha hecho el Gobierno griego es, tristemente, lo único que podía hacer". A lo mejor, Pablito, no es sólo cosa de correlación de fuerzas sino de aceptación de jugar en campo ajeno y con reglas que no son las tuyas. Y estos son los empoderados empoderadores...

Aunque lo he abordado en múltiples ocasiones, merece la pena detenerse de nuevo en el glosario conceptual o campo semántico del mundo podemita porque nos ayudará a entender el tercer paso de descomposición de la izquierda que recientemente ha alcanzado a darse un nuevo nombre.

Ciudadanos”, “ilusión”, “cambio”, “procesos participativos”, “desde abajo”, “gente”, “sentido común”, “decencia”, “transparencia”, “inclusivo”, “personas”.

Les reto a que me digan dónde he encontrado este conjunto de términos. ¿En artículos escritos por dirigentes de Podemos, en la web de este partido, en declaraciones públicas de sus dirigentes? Podría ser pero NO, lo he encontrado aquí (manifiesto de Ahora en Común).

Pero si hasta el nombre “Ahora (Madrid) en Común” (Barcelona/Zaragoza) remite de un modo impresentablemente oportunista al mundo podemita.

¿Echan ustedes algunas palabras en falta? Yo sí. Por ejemplo las siguientes: “izquierda”, “clase trabajadora”, “lucha de clases”, “capitalismo”, “revolución social”

Pero el ínclito Alberto Garzón dice que él no ha firmado ese manifiesto para no entorpecer su acogida entre “la gente” y que la iniciativa no ha partido de IU. Es cierto que la apoyan miembros de Podemos, de Equo y 15Memos, además de la aventurera Beatriz Talegón, entre otros. Pero también su hermano, Eduardo Garzón, el enchufado como asistente del eurodiputado Javier Couso y su jefe, el mencionado Couso.

También es cierto que el propio Alberto Garzón saludaba tal iniciativa en redes sociales a los 5 minutos de aparecer mencionada por primera vez en eldiario.es. Con posterioridad ha señalado que hay gran confluencia de puntos de vista entre Ahora en Común y la Unidad Popular que defiende IU.

Hasta el ya en extremo vergonzante y claudicante Cayo Lara, que apoyó con su voto la expulsión de los 5.000 afiliados a IUCM, dice verlo “con buenos ojos”. Que santa Lucía cuide de su vista y le limpie sus interesadas legañas.

Incluso el gran defensor de las esencias comunistas del PCE y secretario general del PCPV, Javier Parra, ha saludado en su facebook el éxito de la primera convocatoria de Ahora en Común en Zaragoza.


Por cierto, el tufillo 15Memo, podemita y ciudadanista del cónclave que puede apreciarse en la imagen tira para atrás.

La entrega ideológica es prácticamente total, salvo algunos mohicanos sueltos del PCE/IU que claman por ciertas esencias de ambas organizaciones -que sería bueno expliquen cuándo se dieron en estos 29 años de existencia de IU. No me tiren de la lengua que replico-, mientras continúan sin abandonar la nave, internamente saboteada, en un acto de dontancredismo sólo comprensible, a estas alturas ya no respetable, desde una actitud de nostálgicos y de afectos a un amor no correspondido.

Llamativamente desde ciertos ámbitos de IU surge el “discurso”, para justificar el engendro de Podemos 2, llamado Ahora en Común -en realidad es un consignazo- de que eso sitúa a Podemos a la defensiva, de que pone en su tejado la cuestión de la unidad popular, de que ahora le toca a Podemos retratarse, de que puede reequilibrar la correlación de fuerzas.

A estos lumbreras no se les ocurre que, cuando te sitúas en el marco referencial (ideológico y de lenguaje) de los podemitas (“No pienses en un elefante”. George Lakoff) ya te has entregado, vendido y derrotado a ti mismo.

Para la zafiedad política media de la dirección y bases de IU su problema no es político-idelógico-estratégico sino del tacticismo ramplón e hiperreformista de lograr o no representación parlamentaria, algo que el caudillito coletero les ha recordado con lo de los 500.000 votos. Lástima que se le haya “olvidado” que sólo quiere ganar las elecciones para colocarse profesionalmente él y los de su secta-neocasta.

En cualquier caso, en IU no hay capacidad de resistencia, ni de afrontar el reto de una travesía del desierto extraparlamentaria, ni desde hace muchos años de lucha contra la penetración ideológica de un reformismo cada vez más involutivo en su organización.

Baste como muestra un botón. El pasado 9 de Julio en el Canal 24 horas de TVE, el periodista Fernando Jáuregui preguntaba al alcalde de Zamora, Francisco Guarido, de IU, si estaba de acuerdo con unas declaraciones de Alberto Garzón en las que éste afirmaba que ideológicamente Podemos e IU eran distintas porque mientras el primero estaba a su derecha, al autodefinirse como socialdemócrata, IU era la izquierda revolucionaria. Quién aún esté dispuesto al autoengaño cómplice sobre quién es, de verdad, Alberto Garzón sepa que acaba de regalarle a Rajoy un libro de Keynes. Como mucho reformista sigue empeñado en creer que las políticas que desde la izquierda deben practicarse son las keynesianas o neokeynesianas, le aclaro quién era, de verdad, John Maynard Keynes. Y ahora, pueden seguir ustedes adorando la peana de su santo social-liberal, Alberto Garzón.

Continúo con la cuestión en la que antes estábamos. Guarido respondió sintiéndose molesto por la pregunta y afirmando que la expresión de Jáuregui de “izquierda revolucionaria" era peyorativa y que IU era la "izquierda tranformadora" ¿Qué coño significa eso de “izquierda transformadora”, cuando el PP y el PSOE se consideran a sí mismos partidos transformadores? A esta “gente” ya no le vale ni lo de “izquierda real”, que nunca ha sido otra cosa que venir a decir que el PSOE es falsa izquierda y que IU lo es “de verdad”. La pregunta es cuánto tiene de izquierda, qué es lo que pretende transformar, porqué vías y en qué dirección. Y ahí muchos de IU se darían la mano con algunos de UPyD.

Lo he admitido en más de una ocasión y lo vuelvo a repetir. En su momento no me importó buscar la complicidad de algunos sectores de IU para abofetear con su brazo a Podemos, lo mismo que a ellos no les ha importado utilizarme a mí.

Los tiempos han cambiado. Hoy prácticamente toda IU es podemita y a los poquísimos que no lo son -la inmensa mayoría o apoya la “unidad popular” con esa involución de derecha porque, al fin y a la postre, no están lejos ambos partidos, y casi todo el resto calla y otorga- no les hacen gracia mis críticas. Tampoco a mí ver que tragan con la permanencia en IU con el mismo grado de contradicción de quienes se llaman socialistas y continúan en el PSOE. Fuera puede que haga frío pero al menos se vive mucho más dignamente, sobre todo cuando es obvio que esa guerra está perdida.

Mientras tanto, llama la atención la locura paranoica de un napoleoncito que, como Garzón en su día, invita a los críticos con su hoja de ruta a irse de Podemos y es jaleado por el lameculos de Pablo Echenique, el otrora crítico y ex afiliado a Ciudadanos, que trata de apuntalar su poder regional.

Es un indicativo de que corren malos tiempos para los podemitas, aunque la irritación que recorre a sus bases tiene mucho que ver con las formas y casi nada con los contenidos ideológicos y programáticos involucionistas de dicha partido, lo que dice mucho de quienes habitan los círculos o cibermilitan en la red.

Las últimas derivas de las intervenciones de los cómicos habituales -Iglesias, Errejón el irradiador y wallet Monedero- expresan bien a las claras que la patología mental ha penetrado profundamente entre los jerarcas de Podemos hasta el punto de que su discurso cantinflesco-delirante-amenazante debiera preocupar tanto a sus bases como a los mecenas de esta secta. El miedo a pinchar les hace desbarrar más de lo habitual, que se daba ya en un grado superlativo.

En cualquier caso, quiero dejar claro que ya apenas distingo entre dirigentes de IU/PCE y de Podemos, lo mismo que entre sus bases. Siempre habrá en uno o en otro lugar algunos seres humanos valiosos, pero eso acaba siendo independiente de a qué partido se pertenece y es algo mucho más personal.

Como alguien que de política cree entender algo, afirmo que lo dominante en una y otra organizaciones son los mediocres, los trepas, los cheerleaders de la marca y el lidercito de turno, los seres con apenas formación política, fácilmente manipulables, las personas carentes de sentido autocrítico, y los vulgares socialdemócratas, cuando no meros "progres" transformadores de la nada.

No derramaré una sola lágrima por IU cuando desaparezca, algo sobre lo que ya he hablado hace poco más de un mes. Se lo ha ganado a pulso. Lo que espero es que, con ella, se lleve a su descastado y desagradecido hijo Podemos.

Quizá entonces pueda nacer otra cosa a la que quepa llamar izquierda revolucionaria, sin rubor alguno al proclamarlo.

Pero los mimbres de lo que haya de nacer estoy convencido de que no vendrán de tales lugares.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: “Los syrizos descargan su frustración en su “enemigo comunista”: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/07/los-syrizos-descargan-su-frustracion-en.html
"Propuesta: "juguemos a la revolución en verano""http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/08/propuesta-juguemos-la-revolucion-en.html