24 de octubre de 2016

EL INQUIETANTE RETRATO DE UNA SOCIEDAD DE AUTÓMATAS ALIENADOS (VÍDEO)

Imagen del videoclip "Are You Lost In The World Like Me?"
Juan Andrés Pérez Rodríguez. canarias-semanal.org

El más reciente videoclip del cantante de música electrónica estadounidense Richard Melville Hall, más conocido por sus seguidores como Moby, puede interpretarse como una paráfrasis artística de la concepción de Marx acerca del fetichismo. Cuanto más se enajenan las personas proyectándose en las mercancías que adquieren, más le pertenece a estos objetos su propia existencia.

En el videoclip del célebre músico se representa una sociedad, como la actual, aparentemente interconectada pero que, en realidad, se ve reducida a individuos atomizados, que actúan como autómatas dependientes de los teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos similares. La obra pone de manifiesto la frivolidad, la soledad y la angustia que este tipo de vida puede generar en los sujetos.

La canción , publicada en el canal de YouTube del artista, "Are You Lost In The World Like Me?" (¿Te encontrarás perdido en el mundo como yo?), forma parte de su último trabajo discográfico de estudio, These Systems Are Failing (Estos sistemas están fallando), lanzado el pasado 14 de octubre.

La labor de animación del vídeo ha corrido a cargo de Steve Cutts, un artista de la imagen londinense que se inspira en los dibujos animados de los años '30 de Max Fleischer-(productor de cortometrajes de animación de Betty Boop y Popeye, el marino-. A través de sus imágenes, y en correspondencia con el texto de la canción, Cutts logra recrear artísticamente el asfixiante y vertiginoso mundo que emerge de las sociedades de consumo.

En opinión de Cutts, el vídeo que acompaña al texto y la música de Moby es un intento por mostrar "el incremento de la dependencia a la tecnología y la falta de interacción humana".

Para nadie es un secreto que hoy un porcentaje creciente de las poblaciones de los países desarrollados comienza a desarrollar diferentes niveles de adicción a sus smartphones Varios estudios al respecto lo confirman. A día de hoy, un 77% de las personas que posee un teléfono inteligente padece temor y ansiedad ante el hecho de no poder consultarlo cada vez que lo desea. A ese estado emocional se le denomina “nomofobia”.

El Estado español no es una excepción en lo que respecta a este nuevo tipo de adicciones relacionadas con las nuevas tecnologías. Este país ocupa el primer puesto europeo en lo que respecta al número de adolescentes adictos a Internet. El 21,3% de los jóvenes está "atrapado" en la Red, frente a la media del 12,7% del resto de la UE.

Lo peligroso de esta dependencia a los smartphone o la Red es su fuerte carácter adictivo, comparable a con los trastornos relacionados con la ludopatía y que, igualmente, pueden llegar a producir altos grados de angustia. Especialmente, si pensamos que cuando alguien está solo, ensimismados con el teléfono, el “yo” se siente “glorioso”, sin apercibirse de que se hunde en un pantano del que será muy difícil salir.

Está claro que la cuestión de las adicciones no se puede abordar solamente desde un punto de vista moral. Sin embargo, ello no impide que en la en la lucha contra las nuevas formas de alienación, propias de las sociedades capitalistas contemporáneas, el arte pueda jugar un papel importante.

Dentro del mundo de la de la industria musical de reproducción en seria, la obra de Moby - de canciones progresivas, rockeras, de estilo techno o de género ambiente - se presenta, de alguna manera, como reveladora del fetichismo burgués.

Seguramente, su trabajo no se podría enmarcar rigurosamente dentro del llamado arte político-crítico. Ese “arte que desafía las tramas de poder y dominancia ideológico-sociales y culturales, generando alternativas de sentido en las brechas e intervalos del sistema hegemónico”. Pero no es desdeñable, en cualquier caso, como un disparo de significación que interpela a la reflexión crítica.