30 de noviembre de 2013

LA OCDE ALERTA SOBRE EL DETERIORO DE LA SALUD DE LOS ESPAÑOLES

Joaquín Mayordomo. Cuarto Poder

No hay que ser muy listo para darse cuenta de que los recortes sanitarios no le traerán nada bueno a una gran mayoría de españoles. Ahora le ha tocado emitir su veredicto a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), un órgano que aglutina a los 24 países más industrializados del mundo. La OCDE analiza los “hachazos” que un día sí y otro también le está dando el Gobierno al presupuesto sanitario y, de paso, al Sistema Público de Salud. La conclusión a la que esta organización llega es que el Gobierno, con su política y recortes, está poniendo en peligro la salud de los españoles. Sin entrar en detalles, cifras o porcentajes, cabe decir que la OCDE, en su informe Panorama de la salud 2013 alerta del rápido aumento que en España están teniendo las listas de espera quirúrgica, con el consiguiente riesgo de que haya personas que jamás lleguen a operarse (sobre todo, si son pobres) pues “morirán antes de que les toque pasar por quirófano”, añado yo, a la vista de alguna experiencia últimamente conocida.

Ahora mismo, en nuestro país, las personas pendientes de una operación podrían rondar las 600.000 si tenemos en cuenta que a finales del pasado año eran ya 571.395 los usuarios de la sanidad pública que aguardaban una llamada para pasar por quirófano. En cuanto al tiempo de espera, éste supera los 100 días de media, con picos de más de 150 días en alguna especialidad. Sobre esto la OCDE también pone ejemplos; ejemplos que bien podrían sacarle los colores a la ministra Ana Mato. Mientras en Holanda el tiempo de espera para una operación de cataratas es de 30 días y una intervención de cadera, de 45, aquí, en España, la espera para estas intervenciones supera los tres y cuatro meses respectivamente.

No es baladí este tema, no, porque, ya se sabe, al PP lo que le interesa es que usted pase a ser un cliente en lugar de paciente, que es lo que era hasta ahora. Y si ya es un cliente, lo lógico es que usted pague. ¿Pague? Sí. Pague por operarse suscribiendo un seguro privado, o pague a toca teja… ¡Pero pague! También puede usted aceptar operarse en un hospital  privado  —nada de acudir a su hospital de referencia como es su derecho— como ya se le viene ofertando a multitud de pacientes en la comunidad de Madrid y en otras comunidades gobernadas por los populares. En este caso, si usted acepta esta derivación al hospital privado, no pagará —que ya lo pagó por adelantado con sus cuotas a la Seguridad Social—, aunque el beneficio de ese trabajo no revertirá en la sanidad pública, como sería lo lógico —y dado que usted es un ciudadano con derecho a una asistencia gratuita a cargo del Sistema Nacional de Salud—, sino en el negocio privado que es ese hospital (o clínica) al que usted ha aceptado acudir para operarse.

Pero volviendo al informe de la OCDE, en general, este organismo señala que toda Europa ha reducido su gasto en salud algunas décimas, un 0,2% de media en los períodos 2009-10 y 2010-11, al verse obligados algunos países, como es el caso de España, a imponer importantes recortes para reducir el déficit presupuestario y la deuda pública que arrastran. Pues… Para muestra un botón: en la ley de Presupuestos Generales para 2014, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad reduce un 35,6% su dotación. Si a esto se le añade que ya ese gasto se redujo, de media, en los tres ejercicios anteriores, un 106% (6.700 millones de €), a nadie le extrañe que las luces de alarma se hayan encendido hasta en la misma OCDE.

Y aquí surge la inevitable pregunta: ¿qué sistema sanitario le aguarda a los españoles si no hay más que recortes? Pues, según la OCDE, lo que va a suceder tras este recorte espectacular de dinero es que aquellas personas pertenecientes a grupos sociales desfavorecidos van a renunciar —están renunciando ya— a la medicación por no disponer de recursos y, lógicamente también, a someterse a un seguimiento y control de las enfermedades crónicas que padecen. Esto es lo que dice la OCDE, nada sospechosa, por otra parte, de ser una organización demagoga o de izquierdas. Y también apunta esta institución, “portavoz” de los países más ricos del mundo, que, a la larga, tanto copago, tanta disminución de la cartera de servicios, tanto reducción de personal al no ser sustituidos los profesionales que se van jubilando, y tanto cierre de centros y supresión de horario de tarde, están generando ya, y van a generar más todavía en el futuro, graves problemas de salud pública, consecuencias económicas graves para los más pobres, y un coste añadido a las arcas del Estado, se mire como se mire, a corto, medio y largo plazo.


El espectacular incremento que se ha dado en las listas de espera quirúrgicas en España —incremento al que no escapan otros países como Portugal, Inglaterra o Irlanda; algo que a los españoles no le servirá, supongo, de mucho consuelo—, es el indicador más real, más fidedigno, de que en el Sistema Público de Salud español algo va mal; yo diría que muy mal. La asfixia económica que están suponiendo para pensionistas y jubilados las distintas medidas de copago o la guerra entablada por el Gobierno autonómico de Madrid, en su intento de privatizar gran parte de la sanidad madrileña, no son más que puntas del iceberg de un proyecto más amplio y de más calado que no es otro que el modelo sanitario que el Partido Popular está dispuesto a imponerle a los españoles. Y éste es: si la salud puede ser un negocio, se dicen, lo único que tenemos que hacer, desde el Gobierno, es convertir al usuario en cliente. Así de fácil.

26 de noviembre de 2013

CON LA NUEVA ÉPOCA DE CRISIS GLOBAL ¿SOBRE QUÉ DEBERÍAN ESTAR PENSANDO L@S REVOLUCIONARI@S?

Larry Holmes. workers.org  

El ataque a los conductores de autobuses escolares de Boston por la antisindical empresa Veolia es un ejemplo del final de las normas en la lucha de claseshttp://www.lahaine.org/skins/basic/img/espaciador.gif

Basado en una charla dada por Larry Holmes, Primer Secretario del Partido Workers World-Mundo Obrero, en una reunión del liderazgo el 20 de octubre.

El trabajo de masas y el trabajo político e ideológico deben basarse en una comprensión común de las formas en que la totalidad de la crisis global actual del sistema capitalista ha cambiado la dinámica de la lucha de clases a nivel mundial.

La base analítica para tal entendimiento común no es algo nuevo para much@s revolucionari@s. En los últimos años se ha escrito sobre ella; WW-MO ha publicado varios libros sobre el tema. El desarrollo de la crisis capitalista y sus consecuencias para la lucha de clases es un proceso vivo. En consecuencia, una evaluación marxista de ello también debe ser un trabajo continuo.

Tener una comprensión de las características de lo que hemos denominado “el capitalismo en un callejón sin salida” es un punto de partida. Por si solo este entendimiento no proporciona un modelo de cómo l@s revolucionari@s deben responder a todos los acontecimientos de la lucha de clases diaria contra el capitalismo y el imperialismo. Pero no puede haber discusión sobre qué hacer si no estamos reaccionando a la misma crisis.

“El capitalismo de bajos salarios” y “El capitalismo en un callejón sin salida”, escritos por el compañero Fred Goldstein son considerados ejemplares por much@s en el movimiento progresista, e incluso por algunos miembros de la clase dominante. Goldstein muestra cómo la producción capitalista y la división del trabajo están globalizadas; por qué la crisis de sobreproducción capitalista es permanente; por qué la tecnología que se ha utilizado para desplazar y empobrecer a l@s trabajador@s, será no obstante, uno de los grandes clavos en el ataúd del capitalismo y cómo el papel del capital financiero ha crecido en relación a la producción de las cosas y los servicios útiles a la sociedad.

Pero, ¿qué pasa con el significado político e ideológico de estos cambios para la lucha de clases?

Sin una comprensión común de la imagen global y la forma en que han cambiado las normas de la lucha de clases en todo el mundo, muchas fuerzas progresistas serán como pequeñas embarcaciones en una terrible tormenta, navegando en círculos porque no son capaces de ver a través de la lluvia. Para adaptarse a las necesidades de la lucha de clases hoy, se necesita ser capaz de ver y cambiar las concepciones que se han vuelto obsoletas.

A lo largo de las formaciones revolucionarias, hay diferentes niveles de conciencia, diferentes experiencias y puntos de vista de lo que es más importante hacer. Estas incluyen algunos que se consideran a sí mismos comunistas revolucionarios y tienen una visión del mundo similar a la nuestra.

Un punto decisivo en la lucha de clases
Todas las organizaciones que invierten en la lucha de clases se han acostumbrado, en un grado u otro, a las normas que rigen en gran medida, el curso de la lucha de clases a nivel mundial y la lucha por el socialismo y el comunismo. Estas normas superficialmente, parecían ser inalterables durante mucho, mucho tiempo. Sin embargo, estas normas han llegado a un punto decisivo. ¿Cuáles son estas normas?

En un sentido relativo, la dinámica de la lucha de clases está en constante cambio. La clase capitalista siempre está librando una lucha en contra de l@s trabajadores y de l@s oprimidos. La única variación es el alcance y la intensidad de los ataques capitalistas. Del mismo modo en un sentido relativo, la clase obrera, sus organizaciones y sus organizaciones de vanguardia también están cambiando constantemente.

Pero incluso con estos cambios constantes hasta hace muy poco, las normas de la lucha de clases no parecen haber sido afectadas. ¿Qué significaría un cambio en las normas de la lucha de clases? Desde la perspectiva de la clase obrera, las normas cambiarían si hubiera un cambio sustancial, generalizado y constante en la voluntad de la clase obrera de participar en la lucha de clases, junto con un aumento igualmente fundamental en la conciencia de clase, la conciencia política e incluso la ideológica de amplios sectores de la clase obrera.

Es evidente que, a pesar de las tremendas luchas en Wisconsin, Chicago y Carolina del Norte, no se puede decir hasta el momento que la clase obrera en su conjunto, haya roto con las viejas normas. Por otra parte, la escalada en la ofensiva de la clase dominante capitalista contra la clase obrera en la mayor parte del mundo ya no puede ser descrita como fases meramente episódicas de explotación y opresión más profunda. Por el contrario, el nivel actual del asalto capitalista no tiene precedentes, es generalizado, más o menos permanente y en aumento.

La norma principal que persiste obstinadamente, pero no puede persistir indefinidamente, es que la evolución ideológica de la clase obrera y sus organizaciones todavía se encuentra muy por detrás de la evolución de la crisis del sistema capitalista. La contradicción entre el desarrollo económico y la conciencia política nunca ha sido mayor de lo que es hoy. Pero eso también está cambiando.

La convención de la AFL-CIO en Los Ángeles mostró que el movimiento obrero organizado [en EE.UU.] se esfuerza por llegar a un acuerdo con la realidad de que las normas de la lucha de clases han cambiado. En particular, hay una conciencia de que el movimiento obrero organizado no puede sobrevivir defendiendo solo a una parte cada vez menor de la clase obrera contra la ofensiva capitalista.

Hay por lo menos el comienzo de la comprensión de que el destino del movimiento sindical depende en gran parte de su capacidad para abrazar plenamente – en lo que respecta tanto a la organización como al programa – el hecho de que un porcentaje mucho mayor del clase obrera no está organizada y que cada vez una parte más grande de la clase trabajadora está desempleada o marginalmente empleada.

La principal lección de la reciente convención de la AFL-CIO fue que mostró a parte de su liderazgo, que el movimiento sindical en su forma actual sería destruido por el capitalismo mundial si no se hace un cambio fundamental.

Sin embargo, las propuestas planteadas en la convención de LA fueron, como mucho, medias tintas e insuficientes para extender el alcance de los sindicatos a las decenas de millones de trabajador@s oprimid@s que necesitan ser organizados y movilizados. Más importante aún, no hubo ningún indicio en la convención de que el movimiento sindical se mueva en una dirección anticapitalista, de organización de masas, y clasista, lejos de las inhibiciones impuestas por el Partido Demócrata liderado por capitalistas.

Algunos sindicalistas muy buenos y militantes creen que si el sindicalismo fuera más militante y rechazara el sindicalismo empresarial y la colaboración de clases, se podrían remediar todos los problemas. Esto es cierto por supuesto, pero es sólo una parte de la verdad.

La otra parte de la verdad la resumió nada menos que Karl Marx, cuando habló hace más de 150 años sobre la dirección que el movimiento obrero debe tomar eventualmente:
“Aparte de sus propósitos originales, [los sindicatos] deben ahora aprender a actuar deliberadamente como centros organizadores de la clase obrera para su completa emancipación. Deben ayudar a todo movimiento social y político que tienda en esta dirección. Deben considerarse y actuar como abanderados y representantes de toda la clase obrera”. Extraído de un documento escrito por Karl Marx en 1866 titulado “Los sindicatos: su pasado, presente y futuro”.

Perspectiva revolucionaria y la lucha de clases
El ataque a los conductores de autobuses escolares de Boston por la antisindical empresa Veolia con sede en Francia, es un ejemplo del final de las normas en la lucha de clases. La grave situación de l@s trabajador@s y l@s oprimid@s en Detroit es otro.

Hay una contradicción inherente entre un programa de lucha mínimo y el programa máximo que esta crisis exacerba.

Ya se trate de la lucha contra la destrucción de los sindicatos o de la lucha de lxs trabajadores para ganar el derecho básico a organizarse en el sur, como marxistas revolucionarios nunca podemos perder de vista el hecho de que nuestra clase no puede conseguir victorias en la lucha o que sus necesidades sociales se realicen bajo el capitalismo.

De hecho, una característica distintiva de la actual crisis capitalista – aunque sea una característica general y fluida a la que puede haber y habrá muchas excepciones – es que mientras más profunda y permanente sea la crisis económica capitalista, más probable es que la lección más importante que la clase obrera obtenga, es que todo el sistema capitalista debe ser abolido. Esta es una conclusión inevitable de que los sectores importantes de nuestra clase y sus organizaciones de vanguardia tienen que llegar, aunque sea desigualmente. Esta conclusión es la revelación ideológica central.

Si no hay una perspectiva revolucionaria, sin un objetivo socialista, la lucha de clases se convierte en un callejón sin salida para nuestra clase.

Al mismo tiempo, l@s revolucionari@s deben involucrarse en la lucha del día, ya sea local o internacional, y participar en la lucha con el entusiasmo, la táctica y la energía necesaria para llevar la lucha hasta su límite – ganando a veces incluso.

Pero el resultado de cualquier lucha es temporal. Esto es cierto si l@s trabajador@s salen temporalmente victoriosos o si nuestra clase sufre una derrota temporal. Todo es temporal, porque la lucha continúa y va y viene, al menos hasta que el capitalismo se haya depositado con seguridad en el basurero de la historia.

Ni que decir, la crisis del capitalismo en un callejón sin salida obliga a lxs revolucionarios presentar el programa máximo de la revolución socialista. Igual de importante es que las destrezas para orientar la lucha de clases desde un nivel menor a uno superior – una tarea que requiere una gran experiencia para llevarla a cabo – siempre deben ser refinadas, revisadas y renovadas.

Una cosa obvia que puede deducirse de los cambios en la dinámica de la lucha de clases global, es no permitir que cualquier subdivisión de nuestra clase – sobre una base geográfica, organizada, no organizada o cualquier otra – -libre su propia batalla con el establecimiento capitalista que más que nunca está centralizado (centralizado por el mayor papel global del capital financiero). Incluso donde no se pueda efectuar una solidaridad generalizada de clase, tiene que ser dado a conocer que la estrategia de la lucha contra un sinnúmero de batallas por separado con el capital es una estrategia perdedora para nuestra clase.

La lucha ideológica por el comunismo no puede ser disminuida o totalmente olvidada en medio de la lucha diaria de masas.

Entre un programa mínimo y uno máximo, se pueden desarrollar las reivindicaciones de transición, así como los objetivos que tejan un puente entre los dos extremos. La solidaridad de clase y el internacionalismo de la clase obrera se convierten en algo más que consignas, son decisivas en este periodo. Lo mismo sucede con la necesidad de aumentar la organización de masas de nuestra clase en el nivel político más alto.

Si hubiera habido una gran pancarta en el escenario de la convención de la AFL-CIO — una bandera que reflejara que la única forma de que la lucha de l@s trabajador@s triunfe, es destruyendo el capitalismo – eso habría sido una gran contribución al movimiento por un mundo socialista.

La construcción de asambleas populares y asambleas de l@s trabajador@s es útil porque las asambleas impulsan la necesidad de organización de clase masiva. La característica más insidiosa de la crisis capitalista mundial es que plantea, de la manera más nítida y más decisiva, una crisis política para el movimiento obrero. ¿Qué crisis? La más simple: si la perspectiva no es que nuestra clase se organice tanto en la base más amplia y más ideológica posible dadas las circunstancias, la crisis capitalista se utilizará para enfrentar a trabajador/a contra trabajador /a en una escala cada vez mayor.

Incluso si las asambleas de trabajador@s no se entienden completamente, la concepción de una asamblea de trabajador@s, automáticamente, intuitivamente, será vista por much@s como ideológica. Se entenderá como un audaz intento de organizar a la clase obrera sobre una base más ideológica y política, además de organizarse por las demandas básicas y en defensa contra los ataques.

No se puede luchar contra el capitalismo sobre la base de una vieja concepción del sindicalismo en la lucha de clases, de confiar en las reformas capitalistas, o en una política que aborde sólo una parte de nuestra clase.

25 de noviembre de 2013

DE LA BALCANIZACIÓN DE MÉXICO, SEGÚN STRATFOR, AL MAR MEDITERRÁNEO DE EE.UU. DE SPYKMAN

Remoción de escombros en el complejo administrativo 
B2 de la Torre de Pemex, el primero de febrero de 2013 
Foto Carlos Ramos Mamahua

Alfredo Jalife-Rahme. La Jornada

Pareciera que México se encuentra atrapado sin salida en el juego geoestratégico que libra Estados Unidos para controlar el Golfo de México y el Mar Caribe, como parte de su nuevo rediseño militar/energético y de seguridad, cuando se ha replegado a su primera línea defensiva después de la fallida guerra contra Siria y el advenimiento del nuevo orden tripolar que hoy comparte con Rusia y China.

Llama poderosamente la atención la espada de Damocles que pende sobre la cabeza de México mediante ominosas amenazas financieras –fuga de capitales (a la que Carstens, del Banco de México, se prepara afanosamente, de su propia confesión), caída bursátil y devaluación del peso, expuestas por Bloomberg (Bajo la Lupa, 24/7/13), el cordobista zedillista presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, Luis Téllez Kuenzler, y Rozental & Asociados (Bajo la Lupa, 10/11/13)–, al unísono de perturbadores planteamientos del portal israelí-estadunidense Stratfor sobre La guerra de las drogas en México: balcanización que conduce a desafíos regionales (18/4/13).

¿A quién conviene “la balcanización de los cárteles” de México?
Tristan Reed, analista táctico (sic) de Stratfor, aborda el organigrama, cronograma y flujograma de los cárteles y la tendencia a su fracturación (sic) a redes regionales del crimen geográficamente más compactas, a partir de la desaparición en la década de los 80 del cártel de Guadalajara que controlaba las rutas del narcotráfico a Estados Unidos a través de la mayor parte de México.

A juicio de Tristan Reed, la nueva tendencia a la balcanización ha continuado “por más de dos décadas y ha impactado a la mayoría de los grupos carteleros en México” cuando se escindieron la Federación de Sinaloa y el cártel del Golfo.

Stratfor oculta la bidireccionalidad de los cárteles con sus operadores financieros en Estados Unidos, como el quebrado banco Stanford y su pestilente consejo de administración (Bajo la Lupa, 4/3/09, 16/12/09 y 12/6/11;http://sunlightfoundation.com/press/articles/2009/03/12/financier-was-well-connected-dc-internationally/print/ yhttp://www.proceso.com.mx/?p=113163) y el blanqueo generalizado de la banca nacional cuando fue expuesta la Operación Casablanca (http://www.nytimes.com/1998/05/19/world/us-indicts-26-mexican-bankers-in-laundering-of-drug-funds.html), previamente a su adquisición por la banca trasnacional.
Stratfor oculta también el blanqueo del hoy desaparecido banco Wachovia fusionado en Wells Fargo (http://www.theguardian.com/world/2011/apr/03/us-bank-mexico-drug-gangs ), que lavó asombrosamente cerca de 400 mil millones de dólares.

Hoy tanto la Federación de Sinaloa como Los Zetas (provenientes del cártel del Golfo), según Stratfor, enfrentan desafíos regionales crecientes con el advenimiento de nuevos actores regionales que profundizan la balcanización (http://es.scribd.com/doc/185604937/Balcani-Zac-i-On ).

¿La balcanización cartelera de México se reflejaría en la otra balcanización de la federación política mexicana cuando el caso sui generis de Michoacán se puede volver paradigmático en medio de extrañas solicitudes de separación política en el norte del país (Baja California y Chihuahua)?

Por cierto, de nueva cuenta Stratfor (http://www.stratfor.com/analysis/mexico-rumors-surround-pemex-explosion ), basado en rumores  sin confirmar, maneja la perturbadora posibilidad de que el estallido en la Torre de Pemex haya sido un atentado por motivos políticos o perpetrado por los cárteles.

A menos que desee enviar un mensaje subliminal, ¿por qué Stratfor expone en forma desaseada rumores sin confirmar?

En forma perturbadora, The Financial Times plantea que una de las consecuencias del estallido en la Torre de Pemex habría sido el alejamiento entre Pemex y Petrobras (http://blogs.ft.com/the-world/2013/02/the-consequences-of-pemexs-explosion/ ohttp://www.ft.com/intl/cms/s/0/eb947824-6c88-11e2-953f-00144feab49a.html#axzz2l97hqenS ).

Nos encontramos así ante un tablero de ajedrez global/regional/local donde la otrora superpotencia unipolar, Estados Unidos, mueve sus fichas para la consecución de sus objetivos primordiales: la seguridad energética de Norteamérica, al unísono de la seguridad del hogar de Norteamérica, como requisitos para la incrustación del “México neoliberal itamita” al Comando Norte/Norad.

En la mira se encontrarían los pletóricos yacimientos de hidrocarburos en el Golfo de México, que se desea rebautizar como Golfo de Estados Unidos, lo cual parece revivir el concepto del geoestratega estadunidense/holandés Nicholas John Spykman en referencia al Mar Mediterráneo de Estados Unidos, un mare nostrum similar al del imperio romano, que integra la superficie del Golfo de México/Golfo de Estados Unidos (1.55 millones de kilómetros cuadrados) y del Mar Caribe (2.754 millones de kilómetros cuadrados) que en su totalidad arrojan una superficie de 4.304 millones de kilómetros cuadrados.

Ante el retroceso unipolar estadunidense y el ascenso del nuevo orden mundial tripolar (Estados Unidos /Rusia/China) –que se selló con el acuerdo de un nuevo condominio entre Washington y Moscú en el Medio Oriente, en sustitución del caduco Sykes-Picot del colonialismo franco-británico–, la administración Obama repliega sus banderas y refuerza su primera línea defensiva vital en el resucitado Mar Mediterráneo de Estados Unidos, donde se juega el devenir de los pletóricos hidrocarburos de México en el Golfo de México/Golfo de Estados Unidos, sin contar la estruendosa declaración del secretario de Estado, John Kerry, sobre el deceso de la Doctrina Monroe, que había adelantado Bajo la Lupa hace dos años (11/12/11).

¿Le beneficia a Estados Unidos la balcanización de México, por la vía de los cárteles, quienes se abastecen obscenamente de armas en los quioscos transfronterizos?

Es obligado tener en el radar varias hipótesis, desde las angelicales hasta las infernales. Una versa sobre la gran bondad de la seguridad energética de Norteamérica –con Canadá (con libre paso de canadienses WASP: blancos, protestantes, anglosajones) y México (sin los brownies y con muro de la ignominia, drones y patrulla fronteriza)– que servirá para el prometido ASPAN y sus elusivas seguridad y prosperidad que no han beneficiado en lo absoluto al “México neoliberal itamita”. El tiempo lo dirá.

Pero otra hipótesis obligadamente antipódica se centra en los juegos pérfidos de los poderes de todos los tiempos, en específico, en referencia a México, cuyo proceso de balcanización, por la vía de los cárteles de la droga, es explotado sin rubicundez por Stratfor, muy vinculado a los complejos militares de Tel Aviv y el Pentágono, por cierto, hackeado por Anonymous, quien expuso sus redes tanto en México (Ver Bajo la Lupa, 28/12/11) como en el mundo occidental.

¿Para qué serviría balcanizar a México después del obsequio de las aguas profundas del Golfo de México financierista por la entreguista/masoquista contrarreforma Peña/Videgaray/Aspe a las cuatro grandes petroleras anglosajonas?


¿Con la balcanización de México se podría gestar, entonces, el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de Estados Unidos para que no quede rastro arqueológico alguno de Pemex?

23 de noviembre de 2013

EUROPA EN RIESGO DE DEFLACIÓN

Entrevista a Simon Tildford, del Centre for European Reform

Según el experto, la baja en la tasa de interés del BCE no alcanza. En Europa el panorama apunta a uno de los fantasmas más temidos: una combinación de estancamiento y deflación como la vivida por Japón desde los ’90.

Marcelo Justo. Página/12
A nadie le gusta que suban los precios, pero hoy los 17 países de la Eurozona temen lo contrario: la deflación. En octubre, la inflación interanual se redujo hasta el 0,7 por ciento, el nivel más bajo desde 2009, muy lejos de la meta del 2 por ciento que tiene el Banco Central Europeo. Si a esto se le suma que, según los datos difundidos, el crecimiento descendió a un 0,1 por ciento, el panorama apunta a uno de los fantasmas más temidos: una combinación de estancamiento y deflación como la vivida por Japón desde principios de los ‘90. El Banco Central Europeo sorprendió a los mercados hace más de una semana bajando la tasa de interés de 0,5 a 0,25 por ciento, y dio un respiro a su sector exportador. Pero en entrevista con Página/12, Simon Tilford, subdirector del Centre for European Reform, en Londres, consideró que no será suficiente.

–La Eurozona salió de la recesión en el segundo trimestre de este año con un crecimiento del 0,3 por ciento. Los datos de julio-septiembre bajan ese nivel a un 0,1. ¿Estamos en esa doble trampa de estancamiento económico y deflación?
–El crecimiento que se dio hasta ahora ha sido por el sector exportador, pero la Eurozona es demasiado grande para que esto sea suficiente. Su dinámica económica precisa el mercado doméstico y el crecimiento del consumo. Normalmente luego de períodos tan prolongados de recesión hay un efecto rebote por el que las economías tienen varios trimestres consecutivos de crecimiento real. Eso no está sucediendo en la eurozona porque no hay una recuperación en la demanda doméstica debido a que los salarios están planchados, y las empresas no saben si invertir porque con salarios planchados no hay garantía de que las inversiones sean rentables.

–El presidente del BCE, Mario Draghi, consiguió neutralizar el ataque especulativo sobre España, Italia y el euro diciendo que el BCE haría todo lo que estuviera a su alcance para evitar una desintegración de la Eurozona. Ahora acaba de bajar las tasas de interés para neutralizar el peligro de una deflación. ¿Es suficiente?
–Por mucho tiempo el BCE consideró que el problema era la inflación. Es un paso positivo que se hayan dado cuenta de la gravedad del tema, pero no es una solución. El corte de las tasas de interés va a favorecer un poco a los exportadores, va a ayudar a los deudores, porque abarata un poco el costo de los préstamos, pero hasta ahí llega.

–¿Cuál es el problema con la deflación?
–En toda economía hay momentos de deflación o inflación. Por ejemplo, el precio de las computadoras ha bajado durante mucho tiempo. Pero cuando el precio general de los productos baja puede tener efectos devastadores, porque la deuda pública y privada tiene que ser pagada con un Producto Interno Nominal que está bajando. Para darle un ejemplo, cuanto más bajo el nivel de inflación, mayor el superávit fiscal que se necesita para pagar la deuda. Y el problema es que la tasa de interés, ahora en un 0,25 por ciento, no puede caer mucho más: no puede bajar del cero por ciento. De manera que no hay mucho margen de maniobra. 

No se ve que vaya a haber más inflación el próximo año porque la recuperación económica es muy débil, la política fiscal es contractiva y no es posible devaluar el euro, que está muy fuerte. La Eurozona tendría que estar creciendo alrededor de un 2 por ciento para evitar la deflación. Eso no está sucediendo.

–La inflación del 0,7 por ciento es un promedio. En Grecia, los precios cayeron un 2 por ciento, en Alemania subieron un 1 por ciento. El desempleo en Alemania es del 5,2, en España del 26,6 y en Grecia del 27,7 por ciento. ¿Cómo se hace para actuar entre tantas necesidades?
–La Eurozona necesita una mayor inflación en Alemania. Esto le permitiría a Italia y España, los dos países clave en este momento de la crisis del euro, ganar competitividad frente a los alemanes. En los primeros ocho años del euro, Alemania tuvo una inflación del 1,5 por ciento mientras que en otros países era del 3. 

Necesitamos ahora que ocurra exactamente lo contrario. Si no sucede, no se ve cómo la deuda de los países del sur europeo será sostenible. Siempre se habla de los problemas estructurales de los países del sur, pero no se habla de los problemas estructurales de Alemania. La demanda doméstica germana crece apenas un 0,5 por ciento, algo que no es suficiente para generar inflación. Tampoco estamos viendo un incremento fuerte de salarios o del consumo y la inversión empresaria está empezando a caer. Alemania tiene que resolver estos problemas para que haya una salida para la eurozona.

–¿Hay peligro de deflación como sucedió en Japón?
–Muchas veces se habla del peligro de que Europa sufra una década perdida como la que padeció Japón. Pero en muchos sentidos las cosas parecen peor en Europa, sobre todo en términos de crecimiento económico, porque la eurozona tiene menos herramientas para combatir la deflación que Japón. Los japoneses tienen su propia moneda, su banco central. En España o Italia, si los precios caen, no pueden hacer mucho. Lo que se necesita en estos casos son herramientas heterodoxas para bajar el valor de la moneda y combatir la deflación.

–¿Es posible todavía una desintegración del euro?
–Tal como están las cosas creo que veremos un aumento de los niveles de deuda y mayores tensiones políticas y sociales. Los pronósticos del FMI y de la Comisión Europea son preocupantes. Ambos coinciden en que habrá bajo crecimiento y baja inflación, lo que hará muy difícil bajar los actuales niveles de deuda. El peor es que la deuda aumente mucho más y que la gente empiece a perder la paciencia que ha tenido hasta ahora. El peligro allí es que los gobiernos no pueden compaginar la democracia con los requisitos de su programa político y los riesgos de manejar el euro.

–Se habla mucho de si América latina está preparada para un remezón externo. Se podría hacer la misma pregunta sobre Europa. El mismo Draghi advirtió que podía haber shocks externos.

–Muchos políticos pensaron sinceramente que los problemas del euro se solucionarían y que volvería el crecimiento económico. Esto no ha sucedido. No cabe duda de que la crisis continuará por bastante tiempo. En principio, con las tendencias actuales, creo que el euro va a sobrevivir. Pero esto puede cambiar si hay un shock externo, por ejemplo, una fuerte desaceleración de la economía mundial, porque la economía europea depende cada vez más de sus exportaciones. Si Estados Unidos abandona su programa de flexibilización cuantitativa también sería un gran impacto.

22 de noviembre de 2013

QUIEREN ACABAR CON EL DERECHO DE HUELGA

nuevatribuna.es

Mariano Rajoy quiere regular por ley los servicios mínimos. Para ello ha encargado a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que se ponga manos a la obra. El anuncio llega tras la huelga de limpieza en Madrid y el pronunciamiento de algunos dirigentes del PP como la alcaldesa Ana Botella para reformar la actual normativa. Oposición y sindicatos no han tardado en criticar este nuevo recorte de derechos que califican de "reforma encubierta" y de "ataque" a la actual legislación. También recuerdan que la ley de 1977 ya regula los servicios mínimos bajo la premisa de que sean negociados por los agentes sociales.

En una semana con el foco puesto en la ley de seguridad ciudadana que este viernes aprobará el Consejo de Ministros (*)y que penalizará los escraches, el presidente del Gobierno se descolgó este jueves con un nuevo recorte de derechos al anunciar una ley de servicios mínimos para, según dijo, conciliar el derecho a la huelga y el derecho a la libertad de los ciudadanos.

El debate ha surgido tras la huelga de limpieza en Madrid, en donde, según el ayuntamiento, no se cumplieron los citados servicios mínimos. Mariano Rajoy responde así a las peticiones de algunos dirigentes de su partido, principalmente del PP de Madrid, que vienen meses pidiendo a la claras que se reforme la Ley de Huelga, vigente desde 1977. Entre ellos, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González (antes los hizo Esperanza Aguirre); la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes; o la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que ha salido muy tocada por la huelga de basuras en la capital.  

Sin embargo, la Ley de Huelga ya regula el procedimiento a seguir para fijar los servicios mínimos obligando a que haya un acuerdo, una negociación entre los poderes públicos y los agentes sociales. Si el acuerdo no es posible, es la Administración la encargada de dictar un decreto de servicios mínimos que en la mayoría de las ocasiones son abusivos en opinión de los sindicatos.

En la huelga general del 14 de diciembre de 2012 lograron pactarse los servicios mínimos del transporte (Iberia, Renfe) vía negociación con el Ministerio de Fomento que dirige Ana Pastor. Pero no siempre se llega a un acuerdo. En la Comunidad de Madrid, el conflicto y descontento social creciente por los recortes han imposibilitado en varias ocasiones pactar dichos servicios que, incluso en algunos casos, han sido a posteriori declarados ilegales por los tribunales.

Las reacciones no se han hecho esperar tras el anuncio de Rajoy. Desde el PSOE, la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, acusó al presidente de querer hacer una "nueva ley de huelga encubierta", pero "no tiene valentía para decirlo" y por eso ha anunciado una ley de servicios mínimos.
La dirigente socialista ha recalcado que los servicios mínimos "vienen regulados en la ley de huelga" y ha subrayado que "no es el momento" para abordar cambios en esta regulación. En su opinión, el anuncio de Rajoy tiene que ver con las declaraciones de "su alcaldesa" en Madrid, Ana Botella

Desde la Izquierda Plural también se han mostrado muy críticos. El portavoz de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en el Congreso de los Diputados, José Luis Centella, ha reclamado al Gobierno que "si quiere acabar con la Ley de Huelga, lo diga claramente". En opinión de Centella, el Ejecutivo "está intentando acabar con las huelgas y criminalizar la protesta" y se está "saliendo claramente del derecho constitucional a la huelga".

LOS SINDICATOS TAMPOCO LA VEN NECESARIA
Legislar a golpe de calentones y jaleado por los sectores más ultras de su partido no es la mejor manera de buscar un acuerdo

Por su parte, los sindicatos tampoco ven oportuno el anuncio de Rajoy. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, lo ha calificado de "un claro ejercicio antidemocrático" y ha recalcado que no es partidario de tal regulación ya que se trata de un "calentón" tras la huelga protagonizada por los trabajadores de la limpieza y jardinería de Madrid.

"Legislar a golpe de calentones y jaleado por los sectores más ultras de su partido no es la mejor manera de buscar un acuerdo sobre la regulación de los servicios mínimos", ha advertido Toxo al presidente del Gobierno. Así pues, CCOO cree "muy inoportuna" la iniciativa del presidente del Gobierno y no parece que obedezca a la voluntad del Ejecutivo de encontrar bases de acuerdo con los sindicatos. "Más bien, hay que inscribir la iniciativa de Rajoy en su obsesión por controlar y limitar derechos fundamentales recogidos en nuestra Constitución, en un claro ejercicio antidemocrático de la acción de Gobierno", recalcan.

El secretario general de CCOO, recuerda que el movimiento sindical se ha mostrado dispuesto en numerosas ocasiones a discutir "en frío" todo lo relacionado con los servicios mínimos, o lo que es lo mismo, la necesidad de atender los servicios básicos de la ciudadanía ante la convocatoria de una huelga general. 

"Lo que no vamos a aceptar son golpes de pecho y proyectos autoritarios más preocupados por eliminar o entorpecer un derecho constitucional como el derecho de huelga, que por pactar la conciliación de intereses ante un conflicto laboral", concluye Toxo.

La Unión General de Trabajadores (UGT) ha calificado de "sorprendentes" las declaraciones del presidente del Gobierno y afirma que no es "prioritaria". Asimismo, UGT ha advertido de que cualquier regulación de un derecho fundamental exigiría la participación de los interesados, en este caso de los sindicatos, pues imponer este tipo de normas sería "claramente antidemocrático e ineficaz socialmente".

El sindicato confía en que no se reproduzca el comportamiento del Gobierno con la reforma laboral y ha tildado de "desacierto" plantear reformas legislativas "en caliente", en respuesta a sucesos recientes, tratando de que una nueva ley solucione los problemas sociales provocados por "la mala gestión de los poderes públicos". Por último, ha remarcado que para conciliar los distintos intereses entre los diferentes afectados, en caso de huelga que afecte a los servicios públicos esenciales, lo mejor es la autorregulación, para lo que ha puesto como ejemplo la experiencia con el sector "tan importante" como el de los transportes.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG:

(*) De momento, el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana ha sido demorada, oficialmente por cuestiones “técnicas”, en ser enviada al Consejo de Ministros para el viernes de la próxima semana. Sigamos con el rechazo a esta ley fascista de un gobierno fascista. 

FRANCIA: LAS QUIEBRAS DE EMPRESAS EN UN "MÁXIMO HISTÓRICO"

Michel Waintrop. La Croix

Los últimos 12 meses, Coface ha observado más de 62.000 quiebras de empresas, un incremento de 4.3%.

Cerca de un tercio de las quiebras golpea al sector de la construcción.

El número refleja el impacto brutal de la crisis en la creación de riqueza. Las estimaciones de Coface , líder mundial en seguros de crédito, señala que en el año 2013 arrojará el saldo de 62.500 quiebras de empresas en Francia, es decir, que irán a la rehabilitación o a la liquidación. El resultado, indica la Coface, ser á "históricamente alto" y refleja un empeoramiento de la situación: el año pasado habían fracasado 60.500.

Los datos medidos no son menos preocupantes que los estimados. En los últimos doce meses (noviembre 2012-octubre 2013), Coface señaló 62.431 quiebras de empresas, un aumento del 4,3% respecto al período que va de noviembre de 2011 a octubre de 2012. Los primeros diez meses de 2013 también marcaron un fuerte aumento en el número de empresas en crisis.

En términos de empleo, estas fallas reflejan la "continua fragilidad de la estructura de las empresas francesas" y  representan un poco menos de 200 000 puestos de trabajo amenazados.

LAS PYME EN EL TORNADO
El aumento del 4,3% en el número de quiebras "enmascara realidades diferentes dependiendo del tipo de negocio", señala Coface. Por lo tanto, las PYME son las más afectadas por las quiebras en el otoño (+ 8%), empresas más pequeñas, 5,7% y las microempresas en un 4,2%.

La empresa también es muy diferente en los distintos sectores. Las quiebras aumentan en más de un 8% en distribución, marcado por la contracción del presupuesto familiar. Consumo lento es también una de las razones por las cuales el sector textil y de la confección en problemas.

CONSTRUCCIÓN A MEDIA HASTA
Coface da la voz de alarma respecto a la quiebra de empresas y al sector de la construcción golpeado en una tercera parte. Este último es casi más del 18% de las empresas francesas ... pero casi un tercio de los fracasos en los últimos 12 meses. En el apogeo de la crisis en junio de 2009, el porcentaje de fracasos llegó a alcanzar el 36%.

La situación se explica por la fuerte caída de los permisos de construcción (16% al cierre de septiembre, doce meses), que parece depender de las perspectivas de una recuperación en el mercado de casas nuevas y de una caída de la demanda debido a la desactivación en la rehabilitación de los hogares.

EL DESAFÍO DE 2014
De acuerdo con el estudio de Coface, el ejercicio del próximo año continuará siendo "delicada" para las empresas. La estabilización de los indicadores tendrá un pequeño efecto sobre el crecimiento del consumo, debido a un incremento cercano al 0,6% del PIB, lo que conduciría a una estabilización del número de quiebras en 62 000.

19 de noviembre de 2013

STIGLITZ Y KRUGMAN, DOS DE LOS PRINCIPALES MENTORES ECONÓMICOS DE LA "PROGRESÍA"

Alejandro Teitelbaum. La Haine  

No dicen que el problema es la concentración en pocas manos (gran capital y capital financiero parasitario) de las riquezas producidas por el trabajo humano

Con matices ligeramente diferentes pero con rasgos ideológicos similares, Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial y Paul Krugman (formador de opinión que difunde sus ideas desde el año 2000 en su columna bisemanal del «New York Times») ambos consagrados con el premio «Nobel» de Economía, son dos de los principales mentores en materia económica de la «progresía» a escala mundial. Tienen en común que critican algunos efectos y, a veces, aspectos del sistema vigente pero se abstienen de criticar al sistema mismo.

I. Joseph Stiglitz, muy solicitado en tribunas académicas y políticas de todo el mundo, recibió en 2001, junto con Akerlof y Spence, el llamado Premio Nobel de Economía (en realidad Premio en Ciencias Económicas del Banco de Suecia creado en Memoria de Alfred Nobel) por su contribución a la teoría de la asimetría de la información, que sostiene que las fallas del mercado capitalista no se deben a la inexistencia en la práctica de una competencia «pura y perfecta» («la mano invisible del mercado») sino que es el resultado de una información asimétrica e imperfecta que, dice, podría “tener profundos efectos en la forma en la que se comporta la economía”.

Escribe Stiglitz:
…”Durante doscientos años los economistas utilizaron modelos económicos simples que asumían que la información es perfecta, por ejemplo, que todos los participantes tienen el mismo transparente conocimiento de los factores relevantes. Ellos sabían que la información no era perfecta, pero tenían la esperanza de que un mundo con moderadas imperfecciones en la información sería semejante a un mundo con información perfecta. Nosotros mostramos que esa noción estaba mal fundamentada: incluso las pequeñas imperfecciones en la información podrían tener profundos efectos en la forma en la que se comporta la economía (nuestro el subrayado). El Comité del Premio Nobel citó nuestro trabajo acerca de la "asimetría de la información", un aspecto de las imperfecciones causadas por el hecho de que distintas personas en un mismo mercado saben distintas cosas. Por ejemplo: el vendedor de un auto puede saber más sobre su auto que el comprador; quien compra un seguro puede saber más sobre sus posibilidades de tener un accidente (tales como la forma en la que maneja) que quien vende el seguro; un trabajador quizá sepa más acerca de sus habilidades que un patrón potencial; la persona que pide prestado tal vez sepa más sobre sus posibilidades de pagar un préstamo que quien otorga el crédito. Pero las asimetrías de la información son sólo una faceta acerca de las imperfecciones de la información, y todas ellas -incluso cuando son pequeñas- pueden tener fuertes consecuencias.” ( http://www.project-syndicate.org/commentary/asymmetries-of-information-and-economic-policy/spanish)

En la misma línea de pensamiento, Stiglitz también formuló con Shapiro la teoría del salario de eficiencia y explica la existencia del desempleo por las deficiencias en la estructura informativa del empleo. (http://links.jstor.org/sici?sici=0002-828).

Entre otras cosas, Stiglitz sostiene que la productividad está principalmente determinada por el nivel del salario del trabajador (el empleador tiende a pagar un salario más elevado a fin de incentivar al trabajador a ser más productivo: salario de eficiencia). Si bien es cierto que un salario más elevado motiva al trabajador no hay que ser muy experto para saber que no es el salario el que determina la productividad sino a la inversa: la productividad (bienes o servicios producidos por hora trabajada) es uno de los determinantes del nivel del salario: por eso un trabajador calificado que produce más valor por hora trabajada que un trabajador manual sin calificación gana más que este último.

Cabe agregar que la productividad ha aumentado enormemente en los últimos decenios, como consecuencia del progreso técnico y del aumento de la intensidad en el trabajo y de la jornada laboral y sin embargo los salarios reales no han seguido – ni aproximadamente- el mismo ritmo de crecimiento. Esto vale también para los cuadros profesionales, cuyos salarios se mantienen congelados y sus condiciones de trabajo no cesan de deteriorarse.

No hace falta haber recibido el premio “Nobel” del Banco de Suecia para darse cuenta que no es la asimetría de la información o la información imperfecta la causa de los males del sistema capitalista (entre ellos el desempleo). Las víctimas del sistema saben –o deberían saber- que las verdaderas causas son la concentración en pocas manos (gran capital y capital financiero parasitario) de las riquezas producidas por el trabajo humano.

Con el aumento de la productividad el desempleo tiende a aumentar y no a disminuir por la sencilla razón que menos trabajadores activos pueden producir más bienes y servicios.
Es la política que prefiere el gran capital para aumentar su tasa de beneficio y mantener una alta tasa de desocupación que presiona a la baja el salario real de los trabajadores activos. Una prueba de la ineficacia de las teorías y de los métodos de Stiglitz para analizar la economía real es un informe que elaboró en 2002, encomendado por los grupos financieros Fannie Mae y Freddie Mac, donde afirmó que la actividad de dichos grupos, que garantizaban los préstamos hipotecarios concedidos por los Bancos a clientes poco solventes, no implicaban prácticamente ningún riesgo para el sistema bancario. Según Stiglitz el riesgo era del orden de entre uno y medio millón y uno y tres millones (sic). Concluía el informe: This analysis shows that, based on historical data, the probability of a shock as severe as embodied in the riskbased capital standard is substantially less than one in 500,000 – and may be smaller than one in three millions. Given the low probability of the stress test shock occurring, and assuming that Fannie Mae and Freddie Mac hold sufficient capital to withstand that shock, the exposure of the government to the risk that the GSEs will become insolvent appears quite low.» (Implications of the New Fannie Mae and Freddie Mac Risk-based Capital Standard. Joseph E. Stiglitz, Jonathan M. Orszag and Peter R. Orszag).

Contra las «previsiones» de Stiglitz, basadas en modelos matemáticos, las políticas de Fannie Mae y Freddie Mac contribuyeron en buena medida a desencadenar la crisis financiera que dura hasta hoy.

II. Paul Krugman, otra figura mediática muy apreciada y citada por la “progresía”, fue miembro del Consejo de Asesores Económicos (Council of Economic Advisers) de la administración de Reagan de 1982 a 1983. En 1999 fue consultor en el Consejo Asesor de Enron, el gigante transnacional de la energía que quebró en 2001 reconociendo una deuda de 40 mil millones de dólares y dejando en la calle a su personal (12000 personas), al que, por añadidura, despojó del capital previsional de su jubilación, invertido en acciones de la propia empresa.

Desde el año 2000 Krugman tiene una columna bisemanal en el New York Times y recibió el premio «Nobel» de economía en 2008. En 2012 publicó un libro titulado «Acabad ya con esta crisis». Subrayamos esta. Es decir no se trata de acabar con las crisis en general, con su cortejo de concentración de las riquezas y expansión de la miseria, sino de acabar con esta crisis.

El enfoque de Krugman aparece claro en la Introducción (Y ahora ¿qué hacemos ?) de su libro. Allí dice que muchos se preguntan «¿Cómo ha pasado esto ?» Y que él, en cambio se pregunta: «Y ahora ¿qué hacemos ?». Y continúa: «Cada vez que leo artículos, académicos o de opinión, que analizan lo que deberíamos hacer para prevenir futuras crisis financieras …me despiertan cierta impaciencia». Más claro imposible: salir del pozo actual como fuere, pero sin cuestionar el sistema.

Comentando este libro de Krugman, Michael Hudson escribe: “Por desgracia, la incapacidad de Krugman para contemplar el problema económico de hoy como una cuestión de deflación de la deuda refleja su fracaso (que sufre la mayoría de los economistas, a buen seguro) a la hora de reconocer la necesidad de reducciones de la deuda, de reestructurar el sistema bancario y financiero, y de volver a transferir los impuestos del trabajo a las ganancias de la propiedad, de la renta económica y de los precios de activos (de “capital”). El efecto de este estrecho conjunto de recomendaciones consiste en defender el statu quo y, pese a su reputación como liberal, eso convierte a Krugman en conservador… Haciendo uso de la prestidigitación neoclásica de dar gato por liebre, restringe el significado de “reforma estructural” en el sentido de los economistas de la Escuela de Chicago que culpan al desempleo actual por ser “estructural,” en el sentido de que los trabajadores ocupan empleos que no corresponden a su formación. Con ello se desvía la atención de los apremiantes problemas que son genuinamente estructurales».

Esta “explicación” de Krugman sobre las causas del desempleo se relaciona con la teoría del “salario de eficiencia” de Stiglitz, mencionada más arriba, que explica la existencia del desempleo por las deficiencias en la estructura informativa del empleo.
En el curso de su libro, Krugman, con un estilo de serie B estadounidense, acumula sofismas y datos falsos.

Por ejemplo en el párrafo “Comprender las tasas de interés”, en la página 147 de la edición argentina escribe: “Recordemos que, como vimos en el Capitulo 2, la trampa de liquidez se produce cuando, incluso con tipos de interés cero, los residentes del mundo, en su conjunto (el subrayado es nuestro), no están dispuestos a comprar tantos bienes como están intentando producir. O, lo que es equivalente: la cantidad que la gente desea ahorrar – es decir los ingresos que no desean gastar en consumo corriente - es superior a la cantidad que las empresas están dispuestas a invertir”.
En este párrafo Krugman mete en la misma bolsa al ahorro familiar (que en las clases modestas tiende a ser inexistente) y al capital financiero improductivo y parasitario (que alcanza cifras siderales) con el denominador común de “residentes del mundo” para intentar ocultar la raíz de las crisis: la transferencia de la mayor parte de las riquezas producidas por el trabajo humano al gran capital, al financiero en particular, que se ha acentuado enormemente en los últimos treinta años. (A Krugman le “impacienta” que se hable de las crisis en general).

Su presunta preocupación por la situación de las clases populares queda al descubierto cuando en el párrafo “El problema esencial en Europa” (páginas 192 y siguientes) escribe que para hacer más competitiva la economía (por ejemplo de España, véase pág. 182 de su libro) hay que reducir los salarios manteniéndose en la zona euro o salir del euro y devaluar la moneda nacional. Según Krugman, en este último caso los salarios reales no caerían. Sólo se devaluarían con relación al euro. Todo el mundo sabe, menos Krugman, que una devaluación de la moneda nacional afecta negativamente el nivel del salario real, pues no existen economías nacionales cerradas.

Comenta Hudson: “El punto ciego de Krugman con respecto a la deuda general hace descarrilar también la teoría del comercio. Si Grecia abandona el euro y devalúa su moneda (el dracma), por ejemplo, las deudas cifradas en euros o en otra divisa fuerte aumentarán de modo proporcional. De manera que Grecia no puede marcharse sin repudiar sus deudas en la en la litigiosa economía global de hoy. Sin embargo, Krugman cree en el viejo sinsentido neoclásico según el cual todo lo que se necesita es la “devaluación” para rebajar el coste laboral interno. Es como si se mostrase indiferente al sufrimiento que impone esa austeridad, como la que sufrieron los países latinoamericanos a manos de los planes de austeridad desde 1970 en adelante. Los costes se pueden “poner bajo control ajustando los tipos de cambio”. El problema es sencillamente, por lo tanto, una cuestión de tipos de cambio (que se traduce al poco en costes laborales). La depreciación de la moneda reducirá (según la teoría del comercio de Krugman) los costes laborales y otros costes internos hasta un punto en que los gobiernos puedan exportar lo bastante no sólo para cubrir sus importaciones sino pagar sus deudas en divisas extranjeras (que se dispararán en términos de moneda local)».

Krugman insiste con la necesidad de aumentar el gasto gubernamental y en su libro (ver pág. 250) no parece desdeñar como “solución” el llamado “keynesianismo armado” es decir una carrera armamentista o la guerra. Que practican periódicamente las grandes potencias.
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Sobre Stiglitz también puede leerse de Jean-Marie Harribey: Commission Stiglitz: l'économie, la montagne et la souris. http://alternatives-economiques.fr/blogs/harribey/2009/09/16/commission-stiglitz-l%E2%80%99economie-la-montagne-et-la-souris/


Sobre Krugman puede leerse: de Michael Hudson, Las anteojeras económicas de Paul Krugman, Theleme, 13/06/2012 y http://www.lahaine.org/index.php?p=62230 13/06/12. El mismo texto en inglés: www.nakedcapitalism.com 14/05/12; de Vincenç Navarro Por qué Paul Krugman está equivocado en sus recetas para España. en SistemaDigital, 15 de abril de 2010. Y en el blog de economía del profesor Rafael Hernández Núñez, La incapacidad intelectual de un Nobel de economía.

18 de noviembre de 2013

¿POR QUÉ EL FORO SOCIAL MUNDIAL SE HA AGOTADO?

Emir Sader. La Jornada

El Foro Social Mundial (FSM) fue la primera gran reacción internacional a la ola neoliberal que pasó a devastar el mundo en las últimas décadas del siglo pasado. Era una ola tan destructiva, que el lema del FSM era minimalista –otro mundo es posible. Se estaba buscando afirmar la disconformidad con las tesis del fin de la historia y el Consenso de Washington.

Esas tesis, nacidas en la derecha –con Reagan y Thatcher–, se habían difundido hacia otras corrientes –socialdemocracia, nacionalismos–, revelando su capacidad hegemónica. El FSM nació en la contramano de esa ola, teniendo un éxito inmediato al demostrar el potencial que la resistencia a esa ola suscitaba.

Su auge fueron las movilizaciones en contra de la guerra de Irak, las más grandes manifestaciones conocidas hasta ahora, donde el FSM tuvo un rol importante en su convocatoria. A partir de ese momento se inició un declive del FSM.

El mismo hecho de no haber realizado un balance de las manifestaciones ni discutido la forma de dar continuidad a la lucha por la solución pacífica y no violento de los conflictos mundiales ya revelaba una debilidad fundamental del FSM. La hegemonía de las ONG y de algunos teóricos vinculados con las concepciones de esas entidades fue la responsable de la decadencia del FSM.

El FSM había nacido en el marco de una ambigua reacción ideológica y política al final de la guerra fría y la posición frente al Estado fue determinante para esa ambigüedad. Hay que recordar que el lema central de Reagan era el de que el Estado no era la solución, sino el problema. Se descargaban sobre el Estado las baterías fundamentales de la nueva derecha, a lo que se sumaban las ONG y sus teóricos.

El lema reaganiano hacía parte de la nueva hegemonía liberal en el mundo, con su vertiente del Estado mínimo –con la correspondiente centralidad del mercado– y la política de promoción de la sociedad civil, con contornos imprecisos y fuertemente permeables a interpretaciones ambiguas. ONG y visiones teóricas vinculadas con ellas dentro del propio FSM centraban su fuego en contra del Estado. En ese campo ambiguo se confundían ONG, intelectuales eurocéntricos y el propio campo neoliberal (1)

No por casualidad las ONG consideraban cuestión de principio la no participación de los partidos políticos en el FSM (2). Postura que llegó al absurdo de que presidentes latinoamericanos, como Hugo Chávez, Lula, Rafael Correa y Evo Morales, tuvieron que presentarse en un acto paralelo, externo a la programación oficial del FSM de Belén, en 2009.

El FSM perdía el hilo de la lucha real en contra el neoliberalismo, que se hacía desde gobiernos, con estados y partidos políticos como partes indispensables en esa lucha.

El FSM y los intelectuales vinculados con las visiones de las ONG, hegemónicos en la organización de los eventos, se separaban de la construcción del otro mundo posible, llevada a cabo por los gobiernos progresistas latinoamericanos. Gobiernos que rompían con la centralidad de los ajustes fiscales del neoliberalismo, imponiendo la prioridad de las políticas sociales. Gobiernos que priorizan los procesos de integración regional y los intercambios Sur-Sur, en lugar de los tratados de libre comercio con Estados Unidos.
Gobiernos que, además, rescatan el rol del Estado como inductor del crecimiento económico y como garante de los derechos sociales de todos.

Las mismas propuestas del FSM, como la recuperación de los derechos sociales expropiados por el neoliberalismo y la regulación de la circulación del capital financiero, sólo podrían ser realizadas a través del Estado. Al rechazar el Estado en favor de la sociedad civil, las ONG y los intelectuales vinculados con ellas –en general, europeos o latinoamericanos con visiones eurocéntricas– han quedado reducidos a la impotencia política y al aislamiento de los movimientos populares.

Mientras, América Latina, que había sido víctima privilegiada del neoliberalismo, elegía y consolidaba gobiernos antineoliberales, el FSM, al perder sintonía con la historia real, se fue vaciando. Las ONG caracterizan a los foros como lugar apenas de intercambio de experiencias entre distintos movimientos, sin plantearse alternativas a la construcción del postneoliberalismo. Ni siquiera reservan lugar para el debate necesario entre gobiernos progresistas y movimientos sociales.

Las ONG y los teóricos de la sociedad civil han visto su paradigma liberal, antiEstado, superado por la realidad. Varios de ellos pasaron a tomar gobiernos progresistas, como los de Evo Morales, Rafael Correa, Lula o Rousseff, como sus enemigos fundamentales, latinoamericanos, prestándose a servir a la derecha de esos países. (3)

Los errores teóricos son pagados de forma grave por la realidad concreta, relegando el FSM a la intranscendencia y a visiones equivocadas, que perdieron el sendero de la construcción del otro mundo posible, encarnados por los gobiernos postneoliberales de América Latina.

NOTAS DEL EDITOR DE ESTE BLOG:
(1) ¿Les suena a ustedes este discurso en España?
(2) ¿Y éste otro?

(3) Algo sobre esto escribí desde este blog hace unos meses por el modo en que determinadas izquierdas han jaleado los objetivos  de la indignación globalista y globalizada de derribar gobiernos progresistas en América Latina